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«Desde este periódico digital cada vez que alguna institución hace desaparecer uno de nuestros edificios históricos pensamos que perdemos identidad, nos expropian entrañas, raíces. Sí, somos proteccionistas (de lo nuestro)».
«Cuando me encuentro con madres y padres de mis antiguas exalumnas y me dicen que los/as hijas están estupendamente, bien colocadas que han formado una familia, y alguna dice: “Es lo que le enseñasteis…”. Les digo sinceramente que la célula principal es la familia».
«Amaitu berri den 2017a urte garrantzitsua izan da Durangoko Arte eta Historia Museoarentzat, baina aurtengoa berezia izango da. Museo eraberrituarekin hasiko dugulako urtea eta horrekin batera erakusketak eta hainbat ekintza berriri ekingo diogulako».
«Se ha desatado un movimiento a favor de no derribar la estación de tren de Durango. Ha habido incluso adhesiones de diversas personas. Yo, como vecino de Magdalena desde que nací quiero dar mi opinión al respecto. No tengo la verdad absoluta, ni muchos menos, pero quiero analizar un poco el asunto».
“Euskalduna desagertu egin behar da”. Imanol Galfarsoro gusta de soltar este tipo de frases provocativas. Para estimular la reflexión y agitar las zonas de confort. Su planteamiento de fondo tras esta frase es que es necesario repensar el significado de lo vasco, que hay que superar la reivindicación como identidad cultural oprimida, pues eso nos sitúa en una posición de subordinación, asimilable además por el discurso multicultural postmoderno».
Oh, wow! ¡Feuerbach! Tienes nombre de caballo ganador.
O de multinacional venida a menos.
«Si esto sigue siendo así dentro de diez años más, nos sentaremos a celebrarlo, abriremos una botella de buen vino y cantaremos “veinte años no es nada”. Mientras tanto, les damos la bienvenida a esta sala donde cabe toda la imaginación del universo, apaguen sus móviles y disfruten. Esta función no ha hecho más que comenzar».