Hay muertas, y muertas
«Cuando una trabajadora muere en su puesto de trabajo ninguna institución pública convoca concentraciones para solidarizarse con las familiares de la víctima y exigir el cese de este tipo de violencia. Porque no se considera violencia. Y cuando se hace es porque detrás de todo ello hay intereses políticos. Todas las víctimas debieran recibir los mismos homenajes».