‘Durango a la orilla de una chimenea’, por Anisia Serendipia
Anisia Serendipia MIS OJOS, QUE CODICIAN COSAS BELLAS_ La alta chimenea donde acechan unas llamas enrojece el cielo oscuro. Tal vez tengan algo de dickensiano las chimeneas, evocando un poco sus Tiempos difíciles: “Era una ciudad de ladrillos colorados, o más bien de ladrillos que habrían sido colorados, si el humo y las cenizas […]