El españolismo atonta
«Cierro los periódicos. Acabo este artículo. La fila sigue, interminable, trayendo catalanas y catalanes emocionados. Una abuela dice viva la República; un niño dibuja un barco con Piolín; una familia se retrata junto a la urna. De pronto avisan que vienen, hay que trancar de nuevo las puertas. La multitud se arracima. Vuelven a cantar L`Estaca. Yo sigo sin poder».