Gorakada puso en escena con equilibrio visual y sonoro ‘Kelonia eta itsasoa’ el sábado en Zornotza Aretoa

El Zornotza Aretoa acogió el sábado la obra de teatro familiar Kelonia eta itsasoa, producción de la compañía abadiñarra Gorakada surgida en 1987. Al legar al «cine azul» -como lo llaman por el color de su fachada algunos menores que estuvieron presentes-, la persona espectadora se encuentra un bonito montaje, es decir, visualmente ya el arranque es muy motivador, inspirador. 

Una niña sigue la obra en Zornotza Aretoa. IBAN GORRITI

Las dos actrices, a continuación, lo bordan. Y comienzan a narrar fusionando con maestría comunicación verbal en euskara, gestual y musical de forma muy interesante. De hecho, que una de las dos intérpretes sea violinista ya mete aún más a quien lo ve en la trama que arranca.

Se presenta a las niñas y niños el nacimiento de una tortuga. Acontece una noche sin luna en la playa. «Su instinto le dice que debe seguir el reflejo de las estrellas sobre el agua para llegar hasta el mar pero, confundida por las luces de la ciudad, Kelonia se adentra sin saberlo en un mundo completamente diferente», pormenoriza la presentación de Gorakada sobre papel.

Oda a salir adelante en la vida

Según avanza la trama, el adulto comprende mejor lo que ocurre sobre el escenario. Kelonia eta itsasoa, es un proyecto convertido en melodía, con algún matiz de humor, y que ahonda en el mecanismo de autodefensa, en la lucha de supervivencia para salir adelante a pesar de las dificultades que nos pone la vida desde el momento en el que se nace.