EMILIO FERRERAS: «A Olentzero le pediría en diciembre que vuelva nuestro público al cine Zugaza, nada más»
Iban Gorriti
El cine Zugaza ha reabierto sus salas tras un verano y una severa pandemia (tanto sanitaria como institucional) que les ha puesto contra las cuerdas. Su encargado, Emilio Ferreras, reconoce que han estado «a punto de cerrar». Durango mantiene, por lo tanto, in extremis su oferta. La única que queda de cinco que funcionaron al mismo tiempo en la villa como fueron Zugaza, Astarloa, Tavira, Kurutziaga y el de los jesuitas. El programador lamenta que haya un público adulto que se ha «desacostumbrado» a ir a disfrutar de su plural cartelera.
Emilio Ferreras.
¿Qué análisis hace de la situación del cine Zugaza en este fin de verano?
Sin paños calientes, malo. El buen tiempo empezó poco después de Semana Santa, y aún seguimos con el mismo pronóstico. El buen tiempo no es nuestro aliado.
Han cerrado durante un tiempo. ¿Otros años también lo han hecho?
Normalmente no cerrábamos, pero este año, la previsión de público que iba a quedarse en Durango era muy poca y al precio que esta la energía, era más rentable cerrar.
No cesan en su empeño de dar lo mejor e innovar. ¿Qué novedades tienen para este nuevo curso?
Ahora mismo no estamos en buen momento para innovar. La idea es seguir cuidando la programación con mimo para ver si por fin podemos recuperar al público habitual.
Han anunciado ya nuevas óperas.
Sí. Tenemos ya anunciada la temporada de otoño, desde la primera, el 27 de septiembre, en la que retomamos la emisión en directo, hasta finales de diciembre.
El miércoles 21, retoman una película con motivo del Día Mundial del Alzheimer. ¿Tienen pensado continuar con este tipo de programaciones temáticas?
Para el miércoles 21 de septiembre hemos programado la película Siempre Alice con motivo de ese día y a 3 euros. Además, el miércoles 28 el documental El viaje más largo que se hizo sobre la hazaña hace 500 años de Juan Sebastián Elcano. Pero seguiremos programando dos miércoles al mes más contenidos dentro de la programación de cine-club.
¿Volverá también el ciclo sobre rock? ¿Lo han consolidado como oferta?
Por desgracia, los conciertos de 0rock que emitimos el pasado año que fueron de una buenísima calidad y espectaculares no tuvieron aceptación, y de no ser que aparezca algún contenido que sea muy llamativo no estamos pensando en ello como programación habitual. Una pena…
Lo es. ¿Las asociaciones de Durangaldea están informadas de que ustedes alquilan las salas del Zugaza que puede interesarles?
Creemos que sí, de hecho solemos alquilar nuestras salas para charlas, conferencias, proyecciones de vídeo,… a asociaciones y empresas tanto locales como de otras zonas.
¿Qué debo hacer para alquilar el Zugaza?
Sencillo. Llamar o pasarte por el cine para informarte de la disponibilidad, tarifas o necesidades. Ya que dependiendo del uso a necesitar, disponemos de diferentes tarifas en cada sala.
En estos momentos que parece que la pandemia del coronavirus remite, ¿estima que aún hay personas temerosas a acudir al cine? ¿Qué le dicen?
Sí, alguna queda. Pero más que miedo, lo que nosotros vemos es que el público se ha desacostumbrado después de tanta restricción. Hay sectores que ya han recuperado la actividad normal, pero nosotros estamos al 50% y vemos que nos va a costar recuperar. Eso no lo han previsto las instituciones, que posiblemente hayan creado un miedo y provocado una desacostumbración con unas restricciones que han sido excesivas. Más, en un sector en el que nos lo curramos y gastamos para adaptarnos a la situación sanitaria.
¿Programan algo especial con motivo de las fiestas municipales de Durango que se celebran en octubre?
No. Es una semana en la que solemos tener una merma de público -otra más-, pero que este caso es entendible ya que hay muchos contenidos y actos de todo tipo para entretener a la población.
Suelen trabajar con Gerediaga elkartea en la Durangoko Azoka. ¿Qué destacaría de esas jornadas a celebrar en diciembre?
Sí. Llevamos ya unos cuantos años albergando el espacio llamado Irudienea en una de nuestras salas durante la Azoka para charlas y proyecciones sobre el mundo audiovisual en euskera. Son jornadas muy intensas en las que caben contenidos muy variados y algunas joyas que no pueden luego verse en salas de cine. Es una oportunidad única.
¿Se imagina Durango sin oferta de cine?
Yo no me lo imaginaría como ciudadano, y viendo que cada municipio tiene su pequeño cine sería inimaginable, pero para eso tenemos que recuperar público. No me vale el quejarse con el típico “que pena que se haya cerrado”. En todo lo posible pensamos que hay que consumir producto local, es decir, Kilómetro 0, para que nuestro pueblo tenga vida. Y últimamente esa vida diaria está un poco tocada. Esperamos que no se hunda…
Se lo cuestionaba porque durante esta pandemia se han visto casi abocados a bajar la persiana.
Se ha estado cerca, y esto solo se puede evitar de una manera, que es acudiendo de nuevo al cine. Al final, si sobrevives con alguna ayuda o subvención, el negocio no es viable y tienes que cerrar. La ventaja que teníamos hasta ahora es que éramos autosuficientes y eso nos llevaba a tener una programación muy variada y plural.
Plural, dice. ¿Qué tipo de cine gusta a la ciudadanía de la comarca y por edades?
Hasta antes de la pandemia, nuestro público más asiduo era el adulto. Llenaba más una película como Handia que una de superhéroes, que la teníamos que relegar a salas pequeñas, pero ahora, por lo menos, hemos ganado algo de público adolescente. Aunque hemos perdido muchísimo público adulto. Otra cosa son los niños y niñas, que si tienen alguna película para ellos y les dejan comer palomitas, acuden sin pensárselo.
¿Somos conscientes del lujo que es tener estrenos en casa todas las semanas igual que las grandes capitales donde cada vez quedan menos cines abiertos?
El público que acude normalmente sí es consciente de ello, y hay varias personas que nos lo comentan y agradecen. Es una gran ventaja el salir andando de casa, sin coger el coche ni buscar aparcamiento y acudir a verte una película. O poder dejar a tus hijos en el cine y aprovechar para hacer recados o tomarte un café.
Aunque aún es pronto, ¿qué pedirá este año a Olentzero?
La vuelta de nuestro público, nada más.
