JULIO VEIGA · «Teníamos fechas para grabar la banda sonora de ‘Natura Bizia’ con orquesta en Bulgaria»

Julio Veiga (Durango, 1980) es el compositor del brillante documental Natura Bizia, audiovisual también gestado en la villa con la dirección de Lexeia Larrañaga y producción de Alex Gutiérrez. Cuando la ilusión de un proyecto toma vida, se cuela por nuestros cinco sentidos y este es el caso. Se podrá ver el viernes 7 en Zornotza Aretoa y hoy, por ejemplo, en Vitoria-Gasteiz, Iruñea y Bergara de donde es Lexeia, aunque junto a Alex residen en Durango.

Julio Veiga. Mikel Quesada

Además, Julio Veiga es noticia porque hoy presenta Palabras Rescatadas, primer disco del bilbaino David Luengas en la sala Kupula del Teatro Campos Elíseos de Bilbao a las 19.30 horas. Además, su grupo Blackhearth última su segundo disco tras haber sido seleccionados para un recopilatorio europeo. Pura vida (musical).

Debo felicitarle por la obra de arte que ha hecho…

Como amante de los animales que soy, siento que ha sido un auténtico privilegio haber trabajado en este documental, musicalizando imágenes que muestran la mayor obra de arte que existe, que es la propia naturaleza que nos rodea. Aún así le agradezco la felicitación, que aprovecho para compartir con todas las personas del equipo y en especial con Lexeia Larrañaga y Alex Gutiérrez, de Avis Productions, con los que he trabajado codo con codo durante este tiempo y que son los verdaderos impulsores de este proyecto.

Como le decía al salir de la proyección, no quiero ni pensar en las incontables horas metidas para componer Natura Bizia.

Muchas. Aunque llevamos más de un año trabajando en los primeros bocetos, podría decirse que el trabajo intenso de composición se ha dado durante los últimos tres meses. La mayoría del tiempo lo he pasado viendo las imágenes una y otra vez, conectando al máximo con las emociones que ya de por sí transmiten. Por eso es un trabajo en el que tienes que implicarte mucho en todos los sentidos si quieres dar con la melodía adecuada, el sonido adecuado… y todo eso lleva su tiempo. Porque a veces lo consigues relativamente rápido pero muchas otras no haces más que descartar ideas, una y otra vez.

Seguro que más de una noche sin pegar ojo, quitando horas de sueño a la vida.

Eso es. Pero se lleva mucho mejor cuando piensas que estás dándole vida a tus sueños. Sí, ha habido momentos en los que el reloj apretaba y unas cuantas gaupasas ya han caído… Y no solo yo, me consta que más gente del equipo. Al final estamos hablando de un trabajo de producción, con sus plazos y fechas de entrega. Hay turnos que trabajas de mañana, otros de tarde y también de noche… Sé perfectamente lo que es eso, dentro y fuera de la industria musical.  Y no hay que olvidar que la fecha de estreno es “sagrada”, esa no se toca. Por lo tanto hay momentos en los que hay que apretar las tuercas al máximo nivel para llegar a tiempo. Además dicen que el café alarga la vida, ¿no?.

¿Qué pautas de trabajo ha/n seguido en una película con casi todo el momento música de fondo?

La comunicación con la productora ha sido muy fluida, y eso es de agradecer. Desde un primer momento me hicieron saber que la música iba a ser un elemento esencial del documental, equiparando su importancia casi al de las propias imágenes. Eso ha provocado que la música esté presente en una gran parte del metraje. Casi siempre he trabajado con secuencias montadas o premontadas y a partir de ahí he empezado a componer la música. Rara vez hemos hecho el proceso al contrario.

Al comentarle que en un cortejo compuso un vals, me comentó que había sido idea de la directora. ¿En qué bandas seguras se ha basado?

Se buscó una sonoridad similar a la de los valses vieneses. Lexeia tenía claro desde un primer momento que en esa parte podría encajar bien un vals y creo que fue una decisión muy acertada. Hay quien me ha comentado que le ha gustado mucho esa escena. No sabría decirle, es el primer vals de este estilo que compongo.

Lexeia Larrañaga, Alex Gutiérrez, Ekhi Gutiérrez Larrañaga y Julio Veiga en el estreno de Natura Bizia en el Cine Zugaza de Durango. Iban Gorriti

¿Dónde se ha grabado y masterizado?

Se ha grabado en mi estudio y se ha mezclado en Sonora Estudios de Vitoria-Gasteiz. Nunca había acudido a una sesión de mezcla en 5.1 y es una pasada. Fue un placer trabajar mano a mano durante unos días con profesionales como Martín Guridi e Iñaki Alonso.

¿Está todo registrado con teclados y samplers? ¿Hay algo orgánico?

Toda la banda sonora está compuesta por ordenador. Hoy en día afortunadamente disponemos de herramientas e instrumentos virtuales de una calidad tremenda. No hay que olvidar que en realidad cuando se toca una tecla y suena un violín en la nota  “do”, por poner un ejemplo, está sonando un violín real que ha sido grabado previamente tocando esa nota. Es decir que, sin ser exactamente igual que una ejecución de una orquesta, se asemeja bastante. Luego también depende bastante del uso que hagas de esos programas. Además todas las pistas las he  grabado varias veces con el teclado hasta dar con la correcta, es decir, que no hay procesos posteriores de corrección de tempo (cuantización)  y lo he hecho así precisamente para darle un toque aún más realista. Por otro lado también hay que decir que la idea original era grabar con una orquesta real algunas secciones como la de cuerdas y vientos. Ya teníamos incluso fechas casi cerradas para ir a Bulgaria a grabar. Pero al final, con la llegada de la pandemia, nos vimos obligados a tener que cambiar de planes. No obstante, no descartamos que en un futuro se grabe esta misma banda sonora con orquesta real.

¿Es su primera banda sonora original?

Así es. Anteriormente había compuesto música para proyectos de menor duración, como pequeños documentales y algún vídeo corporativo. Fue con Ander Shinova cuando me inicié hace años en este mundo audiovisual, componiendo música para dos documentales, “Consúltale al tiempo” y “Por y para la DT1”, con Jon Karro. Pero sí, como largometraje éste es el primero.

¿Ha visto la oscarizada Nomadland? Parte de la crítica aseguró que la BSO a piano no empastaba con el film…

¿Cómo era eso de «en casa del herrero, cuchillo de palo…»? No soy mucho de ir al cine, ni siquiera a conciertos… De hecho seguramente voy a más conciertos como intérprete que como oyente. Es un poco contradictorio, dada mi profesión, pero mentiría si digo lo contrario. Bueno, eso sin contar este año de pandemia, porque llevo sin tocar en directo mucho tiempo. Aún así ya me he enterado de que han utilizado composiciones antiguas de Ludovico Einaudi, que es una gran influencia para mí, al igual que Yann Tiersen o Michael Nymann. Muchos de sus temas forman parte de mi repertorio habitual y también se las enseño a mis alumnos. Pero, sin haber visto la película, no podría decir si es la música más acertada para una película con un título como Nomadland. Suena curioso… Tendré que verla.

¿Cuántas veces ha visto Natura Bizia?

Cuatro en los cines y… ¡cuatrocientas trabajando! Pero es curioso, que aunque me sé de arriba a abajo todas las escenas me sigue gustando verla de principio a fin. La naturaleza no aburre nunca. Puede relajarte, ponerte alerta o hacerte llorar o reír. Pero nunca aburre.

¿Qué opina sobre que en los últimos tiempos los documentales tengan casi más público que las películas comerciales?

No sé exactamente a qué se debe, pero uno de los motivos podría estar directamente relacionado con la pandemia. El confinamiento al que nos vimos sometidos el año pasado, y en el que seguimos estando en mayor o menor medida, nos ha afectado mucho. Creo que necesitamos ver más mundo real y menos ficción. Seguro que hay más de una y uno que se ha sentido dentro de una película (de terror) durante los últimos meses. Queremos ver mas allá de nuestras cuatro paredes, de nuestra rutina casa-trabajo, trabajo-casa… Y los documentales son una forma extraordinaria de hacerlo. Y claro, cuanto más grande sea la pantalla, mejor.

Es un músico todoterreno. ¿En qué proyectos trabaja en estos momentos?

Estoy preparando varias presentaciones en directo de otros artistas (David Luengas, Mikel Bizar…) y retomando el proyecto que tengo con Jon Montero. También en breve grabaré con Blackhearth su segundo disco. Pero en cuanto a composición estoy trabajando duramente para sacar a la luz antes de verano mi segundo disco, que no será a piano solo. Todo esto intercalado con las clases que imparto de piano y guitarra. Mis alumnos son fundamentales en todos los proyectos en los que me meto, ya que son los que suelen sufrir a menudo cambios de horario, aplazamientos de clases, etc. Pero como son muy majas y majos siempre me esperan a que esté mas libre. Me siento un privilegiado.

Veiga con el grupo durangués Blackhearth. Unai Endemaño

Con Blackhearth tienen la crítica internacional de su lado y ahora han incluido una versión de Black Sabbath en un recopilatorio europeo. ¿Cómo vive esos momentos tan mágicos?

Estoy asombrado del camino que está tomando el proyecto, ya que todo comenzó con una colaboración y está creciendo a un ritmo considerable. La verdad es que Alex Hernández y Asier Larrea, los líderes del proyecto, lo merecen. Otra cosa no sé, pero horas en el local ya meten. Y eso luego se nota en los resultados.

¿Con qué sueña Julio Veiga?

Con seguir dedicándome a esto toda la vida.

Cartelera inminente de Natura Bizia

Hoy: Seminarixoa de Bergara, Cines Florida de Vitoria-Gasteiz y en los Golem de la Morea en Iruñea.

4 mayo: Arrasate (Amaia aretoa) y Zarautz (Modelo)

7 mayo: Amorebieta-Etxano (Zornotza Aretoa)

9 mayo: Igorre (Lasarte aretoa)

15-17: Hernani (Biteri)

27 mayo: Basauri (Social antzokia)

27-28: Ordizia (Antzokia)

29-30: Galdakao (Kultur etxea)