CRÓNICA · Markeliñe saca en ‘Psike’ al niño que llevamos dentro; pero no al juguetón
Aplausos sinceros y el público en pie para el espectáculo más grande del centenar programado y coordinado por San Agustin Kultur Gunea de Durango en el ciclo estival Uda Kulturaz Blai. El título ya avisa que va a haber presión mental: Psike. El vocablo se define como conjunto de procesos conscientes e inconscientes propios de la mente humana, en oposición a los que son puramente orgánicos.
© Iban Gorriti
Y así evoluciona la trama con un protagonista que como todo alma animal busca el reconocimiento. Ya sea en la importancia de un abrazo, una flor dada por alguien aunque sea desconocido, una palabra en el momento preciso, un beso aprobado. O tal vez la aceptación en el origen: la del padre.
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Markeliñe da un paso de gigante más, una vuelta de tuerca tras un año de esforzado trabajo: investigación, pruebas, aciertos, posibles errores… Y todo ello horneándose sin saber que venía una pandemia: sea planeada o no. Lo que sí es cierto es que si el riesgo de poner este gigante engranaje ya era evidente antes del coronavirus, ahora es toda una incógnita, salvo que Psike será carne de éxito y festivales, de necesario premio al tesón por dar a luz a un imaginativo mundo interior.
Clowns grotescos punks
Con formas de grotesco cabaret, de estética incluso punk, Psike va naciendo poco a poco ante el espectador que asiste a un espectáculo que se percibe que va a explotar en cualquier momento. La obra no trata el Complejo de Edipo, pero sí cómo ese niño que esa dictadura positiva que sufrimos a diario -¡Hay que ser feliz las 24 horas del día!, lo que erosiona- regresa a nuestra mente una vez adultos.
Es decir, no alimentamos a ese niño juguetón -o niña- que nos quieren hacer ver los coachers del optimismo perenne, sino que ese hijo que llevamos dentro en ocasiones revive sus fantasmas (y sus payasos). Ahí el quid de Psike.
© Iban Gorriti
Dinamismo en estado puro
Anoche, la compañía zornotzarra Markeliñe estrenó el espectáculo ante público en Bizkaia, tras otras actuaciones en Gipuzkoa, como primero un streaming en Amorebieta-Etxano. Lo hizo en Landako Gunea de Durango para asegurar su puesta a punto ante el mayor público congregado hasta la fecha en el marco de Uda Kulturaz Blai. Y es que la compañía de Durangaldea es toda una institución. Así, el equipo actoral y técnico echó el resto. Únicamente acusó alguna necesidad de mejor sonido vocal. El montaje espectacular. Sin pandemia tiene que ser una puesta en escena dinámica como pocas. De premio. Sin duda.
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