Markeliñe escenifica mañana sábado su comedia Psike en Durango por primera vez ante público en Bizkaia
Iban Gorriti
La compañía zornotzarra de teatro Markeliñe pone en escena mañana sábado su comedia Psike en Durango. Lo hará por primera vez ante público en Bizkaia. La obra ya se estrenó en Amorebieta-Etxano pero a través de streaming por internet. A continuación, dieron media docena de bolos en Gipuzkoa y la pandemia les puso en la tesitura de parar el espectáculo cuando habían apostado por un show de gran formato que la agrupación no ponía en escena desde 2005 con Carbon Club. «Apostamos por ello porque parecía que la cosa iba mejor en la cultura y mira…», confiesa a Mugalari Kultura el histórico componente Joserra Martínez.
Pero echemos la vista al frente, al futuro más inminente: a mañana. Psike será el único espectáculo de teatro nocturno de Uda Kulturaz Blai, apuesta del ayuntamiento de Durango con un centenar de actos para el verano. El estreno ante público vizcaino dará comienzo a las diez y media de la noche bien en Landako Eskola si no llueve y en Landako Gunea si la climatología es adversa.
La nueva obra presenta a un artista callejero irrumpe en el espacio previsto para la actuación y muestra su frustración y enfado porque no consigue sus deseos de reconocimiento y aplauso.
La aceptación de los demás
Unas risas que proceden del interior de la “gran cabeza” parecen burlarse de él. En el intento de acallar esas voces provocadoras, el artista se encontrará con los fantasmas de su conciencia. «Criaturas incontrolables que lo acompañarán en un vertiginoso viaje donde lo onírico se impone a la razón. Toda una aventura con giros inesperados que nos sugiere, poco a poco, la sospecha de una vulnerabilidad: la existencia de una secreta vida interior que nos define pero que es ajena a nuestro control y voluntad», pormenorizan y van más allá: «Al final, el artista consigue su aplauso y, es posible, que reconozcamos que es eso, precisamente, lo que nos mueve. La imperiosa necesidad de desear la aceptación de los demás».
De este modo habrá pasajes del montaje en los que el público sentado en sus sillas se vea reflejado y pueda llegar a emocionarse. Pero que nadie crea que es un espectáculo difícil de ver, es una comedia a modo de cabaret que en ocasiones cuenta con ese «clown roto» que puede llegar a ser agresivo o grotesco.
Un derrape
«Psike es un derrape», analiza Martínez, «con personajes satíricos, salvajes… con punto onírico porque pueden sacar nuestro inconsciente a flote». Es además, un montaje «con capas». Es decir, trata cómo Freud hablaba de matar al padre… y «cada cual puede encontrar en la trama lo que sienta, sepa algo de psicología o no. No es una obra sesuda. Nuestro objetivo es llegar a todo el público».
De este modo, Markeliñe recupera el mundo de la noche, la luz… que había aparcado temporalmente con Carbón Club hace ya la friolera de 15 años. «Actuar ante personas sentadas en sillas tiene cosas a favor y en contra. Puede ser una desventaja lo estático que es, pero también es una ventaja que el público está más atento a lo que haces. El equipo actoral cuenta con la mirada, el interés está presente».
Será una suerte volver a difrutar, gozar, con una compañía a la que seguimos desde sus inicios. Será una maravilla volver a aplaudirle con una sonrisa en nuestras bocas. Mañana, sábado, a las diez y media en Landako Eskola o Landako Gunea. Debemos ir a verla, según Joserra Martínez, porque «es una obra de ese teatro que sirve para sacar las emociones e irte del lugar cambiado, emocionado, y al mismo tiempo tras divertirte mucho. Es una comedia de gran formato con un punto de drama».
