Siria-París: Cada herida en la piel de este planeta es una Zona Cero que llorar
Alba Gutiérrez
“También que cada herida en la piel de este planeta
es una Zona Cero que llorar. Y abres otra herida repitiendo el mismo error”.
Ismael Serrano. ‘Zona cero’.
Asistimos, con el corazón en un puño durante todo el fin de semana, a los ataques terroristas de París. Retrasmisiones 24 horas, un especial de la vida de las víctimas, otro con la vida de los terroristas… Datos morbosos sin ética periodística ninguna, que estoy segura, no aportan nada más que una profunda sed de venganza a quienes asisten/asistimos, estupefactos, al otro lado del televisor.
Cuando una desgracia de esta magnitud sacude algún lugar de Europa, una maquinaría imperialista se pone inmediatamente en marcha, y alimentándose de la empatía de las personas, ofrece banderitas de perfil en Facebook, chequeo de seguridad para comprobar que tus allegados están a salvo, y un largo etc.
¡Un momento! “Me solidarizo con la sociedad parisina, pero de ahí a apoyar al estado francés en su toma de decisiones…”. Volvamos atrás, entonces, y analicemos.
Un grupo terrorista se pasea por París con Kalasnikov y cinturones bomba, y al grito de Allahu Akbar, en seis puntos diferentes de la ciudad, deja más de 120 muertos y decenas de heridos. Armas de fabricación europea, que han sido vendidas por nuestros gobiernos a estos locos, a cambio de derrocar a presidentes que no eran de su agrado. Pero éstos se han revuelto, y han mordido la mano de quien les daba de comer.
No pasan ni 48 horas, y el presidente Hollande decide bombardear masivamente Raqqa (Siria), bastión de DAESH, pero donde también miles y miles de familias viven bajo la constante amenaza de los grupos yihadistas por un lado y de Occidente por otro. En varias fotos difundidas por militares franceses, podemos leer en los misiles: “From Paris, with love”. Los vídeos que circulan por las redes, son de una brutalidad sobrenatural. Obviamente, Facebook no nos da la opción de ponernos en solidaridad banderitas Sirias en nuestro perfil, porque los niños muertos en el bombardeo, no son civiles, son posibles futuros terroristas que, previsiblemente, se inmolarán en cuanto tengan un ratito libre.
Los gobiernos imperialistas que han alimentado a estas malas bestias cuando les ha convenido, quieren ahora deshacerse de ellos, pero, por la trayectoria que lleva la historia, no tiene pinta de acabar nada bien. Porque la historia no demasiado lejana, nos ha enseñado que cada intervención militar, cada foto de las Azores, se paga con sangre de civiles.
No quisiera con esto menospreciar a las víctimas francesas, ni justificar la salvajada, nada más lejos de la realidad, solo me gustaría que por cada bandera francesa que se ha puesto en los perfiles, por cada minuto que hayáis dedicado a seguir esta noticia, dediquéis una cuarta parte de vuestro tiempo a las desgracias diarias de Siria, Palestina, México, Líbano, Kenia o Afganistán. Donde nadie llora a los muertos. Porque los muertos son los daños colaterales de su partida. Una vida humana debería valer lo mismo en cualquier lugar del mundo. Y exijamos de una vez por todas a los líderes políticos el fin de las invasiones extranjeras y la financiación directa e indirecta de los grupos terroristas.
“Y ahora ven, mi amor, pequeña gran súper potencia, salgamos a la calle para gritar, que en nuestro nombre nunca deberán cortar, las manos que sembraron y dieron calor”.
*Alba Gutiérrez (Amorebieta-Etxano, 1986) es integradora social, y dinamizadora de Igualdad en la Casa de la Mujer Andragunea de Durango. Además, es concejala por HiriEkimena en Amorebieta-Etxano