Se ha venido arriba

Rafael Hidalgo

Después de verle las orejas, burro y tras casi un año desde su aparición parece claro que el corona virus ha venido para quedarse. Y ello ha sido como consecuencia de la suma de dos factores. Uno la laxitud de los gobiernos que han apostado por la economía y el buenismo por encima de la salud y el otro por la irracionalidad de la ciudadanía que ha preferido – y sigue – la diversión prefiriéndola también a la salud.

Esperamos ahora un milagro de las vacunas, tanto de las que están como de las que vendrán pero la cosa se quedará, en todo caso, en un milagrito ya que siempre quedará un nutrido grupo de negacionistas, terraplanistas, conspiranoicos, los que se oponen a las vacunas, los viva la virgen, los hedonistas….etc. que continuarán todos ellos constituyendo una potencial fuente de contagio del que no sabemos durante cuánto tiempo estaremos a salvo los que nos vacunemos, ya que sobre esta cuestión y otras acerca de las vacunas, estamos en pañales.

¿Entonces?

Pues entiendo que estamos ante un problema global de la humanidad de incierto resultado de tal suerte que el coronavirus ha venido a instalarse entre nosotros no quedando otro remedio que aprender a convivir con él adoptando las máximas precauciones, actuando a nivel personal de manera que pensemos que todas las personas que nos rodean están infectadas y no queremos contagiarnos o al revés, pensar que nosotros estamos mal y no queremos contagiar a nadie. De cualquier manera parece fuera de duda que este problema se ha agrandado por la torpeza de unos y la insensatez de otros y que salir de él lo será, en el mejor de  los casos, dejando tras de sí un importante rastro de destrucción y muerte.