El óxido de cobre y su aplicación sobre los pinares vizcainos
Rafael Hidalgo
Hace ya algún tiempo que un hongo viene enseñoreándose de los pinos radiata que ocupan casi la mitad del territorio vizcaino produciendo un grave problema para la supervivencia de los mismos y curiosamente, en una economía liberal como en la que nos movemos, en lugar de que sean los propietarios de los pinares -de iniciativa privada en su mayor parte- los que muevan el culo para encontrar soluciones, es la Administración en forma de Diputación la que abandera la búsqueda de soluciones ante el problema que tal hongo esta causando.
Personas irreflexivas las hay en todos los ámbitos de la vida y el planeta sigue girando pese a ellos, pero la cuestión se torna peligrosa cuando las personas con autoridad para tomar decisiones importantes responden a ese perfil. Este es el caso de algunas personas del Ayuntamiento de Durango que motu propio o telemandadas, alegre, o calculadoramente, -vayan ustedes a saber- han ofrecido los pinares propiedad del municipio para que la Diputación de Bizkaia (otros que tal cual) puedan, presuntamente, fumigar por vía aérea esos y otros pinares que a la Diputación se le vaya ocurriendo. A tal efecto el Colegio de Biólogos de Euskadi (que algo sabrán de este tema) ha remitido la nota de prensa siguiente, que entiendo deja este asunto de la fumigación aérea en sus justos términos. La copio íntegra.
EL COLEGIO DE BIÓLOGOS DE EUSKADI ANTE LA FUMIGACIÓN DE PLANTACIONES DE CONÍFERAS
Para su difusión. 8 de noviembre de 2018
Con relación a la posible solución dada por la Administración para erradicar el hongo (banda marrón y roja) de las coníferas, El Colegio Oficial de Biólogos de Euskadi considera que la aplicación aérea de este producto no sería ni lo más adecuado ni científico, por algunas de las siguientes razones:
1) Según reconocidos autores, el óxido de cobre es extremadamente venenoso y tóxico por ingestión. Causa daños al sistema nervioso central y al sistema endocrino, y también es irritante para los ojos y piel.
2) Respecto a su toxicidad crónica y a largo plazo, al ser bioacumulable, es peligroso tanto por inhalación como por ingestión a bajas concentraciones.
3) La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha calificado su uso como de elevado riesgo para aves, mamíferos y organismos del suelo.
4) La aplicación o pulverización aérea de fitosanitarios es una práctica que se establece como prohibida tanto en la directiva europea[1] como estatal [2] que, si bien establece excepciones como que «no debe haber ninguna alternativa viable», o que «debe haber ventajas claras en términos de menor impacto en la salud humana y el medio ambiente en comparación con la aplicación terrestre de plaguicidas”, éstas deben estar adecuadamente justificadas para que se pueda aprobar. Y creemos que este no es el caso.
5) La pulverización aérea de este producto propiciará que se vehicule a través del suelo y, en última instancia, contaminará los recursos hídricos, de forma que acabará afectando a la flora y fauna tanto del suelo, como la acuática.
6) Querer rociar miles de hectáreas con este producto químico, o cualquier otro, y más en un territorio como la vertiente atlántica de Euskadi, en donde la población vive muy próxima de las plantaciones de pinos, es una actuación que conlleva efectos peligrosos.
Fdo. Jon Ander Etxebarria Garate
Decano del Colegio de Biólogos de Euskadi