Más que dos cortos sobre los bombardeos de Durango y Gernika
EKAIN FERNÁNDEZ
· Estudiante de Periodismo
Más que dos cortos: El periodista Iban Gorriti presentó el pasado 4 de abril ‘Bajo el árbol de Gernika’ y ‘Últimas mujeres supervivientes’, dos audiovisuales llenos de ilusión y emoción, cuyo objetivo era rendir homenaje a todas las víctimas de los bombardeos de la villa foral y Durango
En una sociedad en la que parece muy complicado que la gente se interese por cualquier tema fuera de las redes sociales y los dispositivos digitales, Gorriti consiguió llamar la atención de cientos de personas que se acercaron al cine Zugaza de Durango para conocer un poco mejor lo sucedido en los bombardeos de Durango y Gernika de 1937.
Con la conmemoración del aniversario de aquellos ataques aéreos en Durango he podido conocer de primera mano lo que significó para esta villa aquel histórico suceso y la importancia que tiene seguir recordándolo, para así no volver a cometer esos errores que han marcado por completo la historia no solo de estos pueblos, sino de toda Euskal Herria.
El evento contó con dos sesiones, una a las 19:00 –con sold out– y otra a las 20:30. Además, ambas sesiones contaron con elementos externos que ayudaron a embellecer una noche que dejó muy satisfechos a todos los asistentes. Entre otras actuaciones, destacaron el aurresku de Izaro Ibarnia al ritmo del txistu de Maite Uriarte, en honor a los supervivientes presentes. En cuanto a los cortometrajes, ambos estaban basados en testimonios de los propios supervivientes que contaban desde su experiencia lo vivido a través de varias canciones y con una vitalidad que conmovió a todos los presentes.
Y es que ese encuentro con diez de los últimos supervivientes fue el colofón final de una semana llena de homenajes en Durango, en el que el objetivo principal de todos y cada uno de los eventos ha sido brindar un bonito homenaje tanto a los supervivientes presentes como a los que no y dar a conocer unas historias que de forma diferente podemos ver reflejadas en la actualidad.
Por mi parte, como un simple universitario de Barakaldo, que por un trabajo se acercó a investigar un poco esta historia, puedo decir que me fui de Durango muy agradecido por cada una de las personas con las que tuve el placer de poder compartir un rato para charlar y con la certeza de que no hay que olvidar el pasado si queremos mejorar el futuro.