Los programas
Rafael Hidalgo
Nuevo equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Durango. Bien. Bien por doble partida. Por su ambicioso y positivo programa político y porque la alternancia en el poder siempre es una cuestión profiláctica necesaria y tanto más cuando cuarenta años en el machito es un período de sobra para llegar a anquilosarse en el poder, que es lo que ha sucedido a los partidos salientes. Seguro que cuando vuelvan en el lógico juego de la alternancia lo harán mejor tras esta cura de humildad y reposo.
Todos los programas políticos que se precien han de contener grandes ideas, grandes propósitos y este recién puesto en circulación no es una excepción de la regla. Desde siempre este tipo de ideas las he asociado a esferas guardadas en una caja, esferas que cuanto mayor es su diámetro mayor es el espacio que existe entre ellas, espacio que para optimizar el envase hay que rellenar y en este caso por medio de iniciativas populares con cuestiones, temas, más rupestres, más elementales, que están al alcance de la imaginación y necesidades de la ciudadanía. Y en Durango tenemos una buena serie de ellas que el anterior equipo de mandatarios ha descuidado. Sería conveniente que los recién llegados se pusieran a la tarea de hacer un inventario de las mismas y sin prisa, pero sin pausa, se pusieran a achicarlas.