Sobre la subida de las pensiones (y los gastos)

Mariano Villa

· Mariano Villa es pensionista

Esta mañana me llegaba una carta del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, como a los más de 8 millones y medio de pensionistas que hay en España.

La misiva es para informarnos, justificar e incluso adoctrinar, diría yo, por el trasfondo y contenido del texto, de la subida en las pensiones. Concretamente el 0,25 %.

Teniendo en cuenta la pensión media, no llega a 2 euros de subida mensual. Y en las pensiones mínimas no va más allá de 1,5 euros.

Esta información hasta donde yo conozco, la han venido haciendo los distintos gobiernos habidos, sin embargo, en mi humilde parecer, cuando la situación económica sigue siendo la que es, cuando sigue habiendo recortes en Educación, Sanidad, Investigación. Cuando ayer sin ir más lejos el FMI, en palabras de su presidenta Chistine Lagarde, decía que España tenía que subir el IVA, racionalizar el gasto en Sanidad, introduciendo el copago…, y ya sabemos que lo se dice en Bruselas o Berlín, en esta materia, es palabra de Dios, no creo que sea el mejor momento para atar los perros con longaniza.

¿Qué necesidad hay, cuando ya es por todos conocido el incremento en las pensiones, (nos han aburrido en los medios de comunicación escrita y no escrita, en las redes sociales etc… ) de realizar un gasto tan innecesario (como tantos y tantos otros)? Cuando además va dirigido a uno de los colectivos que más están soportando los recortes. Cuando la «hucha de las pensiones» está bajo mínimos porque se la están gastando en otros menesteres.

Y finaliza la carta con una frase que no tiene desperdicio «Con la seguridad de que compartes conmigo este compromiso con la Seguridad Social y bla bla bla…» ¿De qué compromiso habla?

Se gastan, de dinero público, alrededor de 0’50 cts por carta. Haced cuentas.

Con esos aproximadamente 4 millones de euros se me ocurren multitud de cosas donde  de verdad revierta en la ciudadanía. No voy a poner ejemplos porque se me borrarían las letras del ordenador.

Alguien dirá: «¿De qué te sorprendes?» Absolutamente de nada.

Simplemente que he recibido una carta que se paga con dinero público y que no me ha aportado nada.

Entiendo que a la mayoría de pensionistas tampoco.