La palabra
MARIANO MARTÍN MARTÍN
Me diste tu palabra,
pero lo sé: se te olvidó.
Aún así, no pasa nada.
Eres Hombre, igual que yo.
Todos somos signos y cruzada
frutos de una mágica explosión,
que a la vida la tiene controlada.
Y seguimos existiendo en expansión.
Cuando la siembra está en su punto y madurada
y la guadaña en mano esté del segador
seremos grano y paja separada.
Y la palabra en esa edad será juzgada
con la culpa, la inocencia y su factor
sin que nada y nadie pueda suplir su conjurada.