Izan y Rubén
MARIANO MARTÍN MARTÍN
Dos almas han cambiado
de vida, de cuerpo, de mente,
ello me ha sentido emocionado
y consultar con la muerte,
si estaba así programado
o puede cambiarse la suerte.
Izan y Rubén se han marchado
de este mundo latente,
a uno que está preparado
para sembrar la simiente,
de otro estado anillado
donde nace y vive otra fuente.
Por un credo sois recordado
y por ello un complaciente,
ángel divino enviado
y un gemido humano potente,
os recoge con sumo cuidado
y el profundo dolor lo convierte
en un nuevo cielo adornado
con un paraíso creciente.
A Izan y Rubén
y demás sacrificados,
que por amor, se entregaron
por y para…
En verdad… ¿Aprenderemos?