Internacionalizados por el terror
Xabier Irujo
Enfrentado a cuatro poderes dictatoriales que hicieron de la administración del terror el eje de su acción, la España falangista, la Francia de Vichy, la Alemania nazi y la Italia fascista generaron una gran cantidad de víctimas en suelo vasco. Este hecho internacionalizó el caso vasco hasta llevarlo a la Liga de Naciones, Naciones Unidas y más tarde Nuremberg.
El Gobierno vasco en el exilio tuvo siempre como prioridad el auxilio de estos refugiados y esto obligó a la administración del lehendakari Agirre a efectuar contactos a nivel internacional. Ésa fue precisamente una de las principales razones de la línea nacional vasca, que no era otra cosa que actuar como un gobierno independiente, de forma que las gestiones para el auxilio de los refugiados fueran más ágiles y efectivas.
En línea con esta estrategia se creó la oficina de empleo de 1938 (que dio trabajo a miles de personas), cinco hospitales y sanatorios en el exilio o los acuerdos pro-inmigración vasca acordados con varios países de Sudamérica.
Entre 1936 y 1937 salieron de Hegoalde unos 150.000 refugiados, entre ellos unos 32.000 niños menores de edad. Mediante las negociaciones que el gobierno de Agirre mantuvo con diversas administraciones americanas, estos refugiados fueron recibidos, entre otros, en Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, México y Venezuela.
El caso argentino es paradigmático. Se registran más de 2.000 entradas de vascos a los cuales les era concedida la plena ciudadanía y entregado el pasaporte argentino en un plazo de unos cuatro meses. Una lección de humanismo y de generosidad que en estos momentos Europa, un continente de emigrantes, debería tener en cuenta.
*Xabier Irujo es codirector del Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada, Reno