El Picasso de Larrea
Anisia Serendipia
MIS OJOS, QUE CODICIAN COSAS BELLAS_ La carpeta Picasso “Sueño y mentira de Franco” es la protagonista de la exposición Picasso: Durangotik “Guernica”ra / Picasso: De Durango a “Guernica”, que acoge el Museo de Arte e Historia de Durango. Hasta el 1 de mayo de 2017. Dicen que el 1 de mayo de 1937 un millón de personas salieron a las calles de París para manifestarse contra el bombardeo de Gernika: Trabajadores del mundo, ¡uníos!
_El ramo de estrellas de mar grita su desamparo_ Pocos meses después de comenzar la Guerra Civil Española, en septiembre de 1936, se publicó el nombramiento de Pablo Picasso como director del Museo del Prado de Madrid, donde en realidad dicen no llegó a realizar tales funciones. Ajeno a ello escribía entonces: [septiembre de] 1936_ el sol puede en cualquier momento estallar en su mano pero esconde las garras y se duerme a la sombra que proyecta la mantis religiosa mordisqueando una hostia más … El acuse de recibo de este nombramiento, que se le notificó por carta, se sitúa en diciembre de 1936.
_Deja que la primavera que se acerca de puntillas_ El gobierno de la Segunda República Española se había comprometido en 1934 a participar en la Exposición Universal de París, a celebrarse en mayo 1937. A pesar de lo delicado del momento tras el Golpe de Estado del 18 de julio del 36, se consideró que la participación de España en la Exposición sería muy útil para la causa republicana y se construye un pabellón en cuyos planos se reserva un espacio para un gran mural que se le encarga a Picasso, sin concretar tema, en enero de 1937. Cuando los comisionados Max Aub, Luis Lacasa, José Luis Sert, Louis Aragón y José Bergamín visitan a Picasso le solicitan, en nombre de la República, una obra para el pabellón de España. Picasso les muestra las planchas de los grabados, aún sin terminar, de la obra titulada Sueño y mentira de Franco. La reunión finaliza con la petición por parte de la comisión de una obra de mayor envergadura y sin el compromiso formal del artista ya que en ese momento, y siempre víctima él y quienes le rodearon de su personalidad, no contaba con un estudio adecuado para abordar tal empresa.
_Sueño y mentira de Franco_ Así titulada por el genio, esta obra consiste en una carpeta que contiene dos páginas apaisadas al estilo de las canciones de ciego que, fragmentas en 18 viñetas, nos muestra de forma satírica el intento de Franco de destruir la República. De su puño y letra figuran, en la primera página, la fecha 8 de enero de 1937, y en la parte inferior de la segunda, la fecha 9 de enero de 1937 separada con un guión de la fecha 7 de junio de 1937. Las planchas de cobre de las primeras 14 viñetas fueron realizadas entre los días 8 y 9 de enero y son las que mostró a los comisionados cuando le visitaron en enero. Las 4 últimas, que están fechadas el 7 de junio y representan la muerte del pueblo, llevan la impronta del que se convertiría en uno de los cuadros más importantes del siglo XX: “Guernica”.
La historieta, leída de izquierda a derecha, muestra un bicho de miembro masculino atroz que a caballo arremete contra el toro (el Pueblo), ayudado por otros bicharracos que representan a la Iglesia, a los moros reclutados en el norte de África y a los sublevados. En la versión presentada en enero, más “optimista”, el Pueblo se imponía a la simbiosis del bicho y su caballo (Franco). Pero en las últimas cuatro viñetas, posteriores al bombardeo, refleja su desesperanza y finaliza la composición total con una pietá: la madre con su hijo muerto en los brazos. La carpeta con portada “Picasso, Sueño y mentira de Franco” se completa con un poema surrealista del autor que comienza con el verso: fandango de lechuzas, escabeche de espadas.
_Despertar. Abrir los ojos a esa voluntad que no es mi voluntad, sino la voluntad universal. Conciencia_ En “Guernica” se invertirán los papeles y, según recoge Pierre Cabanne creo que en El siglo de Picasso, el toro aquí no representa el fascismo sino la brutalidad, la oscuridad; el caballo, como creía el poeta bilbaíno Juan Larrea y autor de Guernica: Pablo Picasso, representa al Pueblo. Dicen que fue Larrea quien aconsejó a Pablo Picasso que el encargo para el pabellón de la Exposición Internacional versara sobre Gernika, habiendo sido él mismo quien le diera la noticia del bombardeo al artista. Y que durante el proceso creativo de esta obra, que fue fotografiado por Dora Maar, le aconsejaba a diario por donde disponer las figuras en el panel: “el toro aquí»…, «y el caballo allá»…, «no, no tráelo más aquí»…
Las carpetas y las viñetas como postales se vendían en el pabellón donde se exponía “Guernica”. La que podemos ver en el Museo es una de las tres que el poeta Juan Larrea se llevó al exilio.
Era aquel 1 de Mayo de gran protesta en París y Picasso no había hecho nada respecto a la petición que le habían realizado en enero. Otros cuentan que fue viendo la fotografía de Gernika bombardeada en el periódico Ce soir cuando “encuentra” la inspiración y empieza a realizar bocetos hasta comenzar con la obra el 11 de mayo. Terminada el 7 de junio, él mismo la llevó el 11 de julio al Pabellón de la República.
_Troncos de árbol descortezados por el restregar de los toros, palos envueltos en mantas de color_ Cuando aquel 26 de abril Jorge Oteiza se enteró en Buenas Aires del bombardeo de Gernika dice que lloró toda la noche junto a otros compatriotas que se acercaron a una plazoleta donde estaba plantado, como en otras muchas plazas de América, un retoño del Árbol de Gernika. Se encontraba allí de regreso de Chile, preparando su vuelta de América. Poco antes, cuando estudioso de la escultura megalítica precolombina vivía en Santiago, le habían brindado la oportunidad de escribir en la revista “Arquitectura”, oportunidad que aprovechó para exponer la importancia que tenía para él la escultura de Alberto en el panorama europeo. Troncos de árbol descortezados… asi las describió en su artículo. ¡Pobre Alberto! que llevó a la Exposición de París una escultura titulada “El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella”. 12,5 metros de altura, lucía en el exterior del Pabellón. ¡Pobre Pueblo! No sabía lo que el destino le deparaba.
_En un momento termina todo, se detiene la vida_Una fotografía de García Lorca recibía a la entrada del Pabellón ¡pobre Federico! ya para siempre en una cuneta. Se colocaron varios poemas suyos y en el montaje de dos paneles que Josep Renau había dedicado para el País Vasco, se colocó el poema de mi adorado Paul Eluard: “La victoire de Guernica”, junto a la imagen de un gudari que, podría haber sido algún chaval de aquellos Gorriti de la calle Berastegi de Bilbao, Esteban, del batallón Enlace y Transmisiones; Enrique, del batallón Pablo Iglesias. Al lado, un mapa de Euskadi: Os han hecho pagar el pan / el cielo la tierra el agua el sueño / y la miseria de vuestra vida…
La organización del pabellón de España corrió a cargo de Josep Renau, era entonces Director General de Bellas Artes de la República, y en el Museo podemos ver ahora una obra suya posterior, de 1962, titulada Amad a las víctimas del franquismo, perteneciente al Centro Documental de la Memoria Histórica. Es la que cierra la muestra.
En una de las dos vitrinas colocada en la sala Areto berria, una fotografía de Picasso y Miró posando juntos el día de la inauguración del pabellón español, el 12 de julio, y la obra de este último titulada Aidez L’Espagne (Ayudad a España). Obra pensada para ser reproducida en sellos postales.
Una reproducción de la página de viñetas sin autor editada por el comisariado de propaganda de la Generalitat de Catalunya y la reproducción facsimil de dos obras de Picasso completan esta exposición.
_La guerra (no) ha terminado_ En la década de los 40, Picasso optó por dejar el cuadro Guernica al cuidado del Museo de Arte Moderno de Nueva York, aunque expresando su deseo de que fuera devuelto a España cuando volviese al país la democracia.
En 1974, en el marco de las protestas por la Guerra de Vietnam un miembro de The Art Workers’ Coalition pintó en el Guernica la frase “Kill lies all” (Muerte a todas las mentiras) con pintura roja.
En 1975, charlábamos un grupo de chavalas durante un recreo de invierno sobre el cuadro Guernica. Enorme asombro cuando todas dijeron que no sabían cómo era, que nunca habían visto ni una imagen del cuadro. Y yo: ¡¿me estáis tomando el pelo?! Si yo lo conozco desde que tengo uso de razón; y todas y cada una: ¡que no, que no lo hemos visto nunca!. No os preocupéis, a esto pongo solución de inmediato, mañana os traigo un libro de mi padre y lo veis. Al día siguiente aparecí con este libro (ahora a esto me parece que le llaman “momentazo”).
En 1981 la obra fue trasladada a Madrid. Recuerdo haber visto la noticia en la tele.
En 1983 fui a verla con mi hermana a El Casón del Buen Retiro. Luego la he visto más veces en el Museo Reina Sofía de Madrid, donde se encuentra en exhibición permanente. Pero solo guardo la imagen de la primera vez que la vi un día muy gris de invierno, tan de color gris como me pareció el cuadro. Es mi recuerdo.
En palabras de Juan Larrea: el Guernica es una representación de la tragedia, un arma de guerra que tiende a producir la paz.
Deja que la primavera que se acerque de puntillas… hace ya seis desde que la población árabe se alzara en clamor de la democracia y los derechos sociales y Siria es ahora un pandemonio masacrado ¡pobre Pueblo! Trabajadores del mundo, ¡uníos! Nos siguen bombardeando: de Durango a Gernika a… Kahn Sheikhum, una ciudad del norte de Siria todavía afectada por el que podría ser el ataque químico más letal en años. La muerte tan difícil y tan fácil.
Y a otro le parecerá otra cosa
14 de abril de 2017
· AnisiaSerendipia es licenciada en Filología Hispánica, documentalista y atesora estudios de Comisariado y Coordinación de Exposiciones. Es autora del blog del que toma su nombre: