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Cuando tu maestro te pide que te dejes tocar por tus compañeros

Gontzal Uriarte

Gontzal Uriarte

El año pasado pude ver en el patio de una escuela de Durango un profesor que guiaba una actividad muy divertida para la mayoría de sus alumnos y alumnas. Al de pocos minutos, 3 niñas ya no querían participar. El profesor insistió varias veces. Ellas se resistían a participar. Espero que este artículo ayude a entender lo que allí estaba sucediendo.

La libertad sexual

Es tremendamente difícil dilucidar qué es la libertad. Coincidiréis conmigo que una persona que actúa con ese tipo de libertad que adolece de respeto, lo que termina generando es un poder basado en el miedo y por lo tanto una falta de libertad en los que le rodean. Es por lo cual, que la libertad solo debería medirse más como un valor comunal y menos como un valor individual.

Para mí la libertad es el poder y conocimiento que tengo y tenemos sobre nuestros pensamientos y acciones, sin menoscabar la libertad del otro. También sobre nuestra sexualidad. La libertad es un bien común que se alcanza bajo la reflexión y la acción.

Puede haber dos modos de entender la libertad sexual, una en la que entiende que existe una moral histórica que ha oprimido nuestra sexualidad a la que debemos ayudar a liberarse, y otra que entiende que cualquier opción sexual libre de abuso puede ser válida.

Ambas tendencias tienen puntos de acuerdo en opciones como la homosexualidad, poliamor o la masturbación. En estos casos la liberación contra la moral tradicional y la opción sexual libre de abuso pueden confluir. Pero chocan frontalmente en el caso de la virginidad como opción sexual o el hijab musulman que comentaré en los siguientes párrafos.

La virginidad puede ser entendida como una opresión histórica sobre las mujeres, pero también como una opción personal en la que nadie abusa de nadie. Los motivos religiosos que lleván a una niña a pensar que desea la virginidad hasta el matrimonio son ideología. Ideologia también es aquel que piensa que las mujeres que mantienen su virginidad son unas reprimidas sexuales, moralistas o unas estrechas. Ambas ideologias podrían estar, por igual, motivadas por el machismo: el control de la sexualidad femenina. La moral se ejerce desde la familia y la “liberación” se ejerce frecuentemente desde aquel hombre que desea tener sexo con ella. Por lo tanto una opción como la otra puede terminar en abuso si su familia o los ligues la presionan, entonces ella no tendría verdadera libertad sexual para decidir. Es por este motivo que pienso que la reflexión y el diálogo igualitario sobre ambas opciones es lo que nos hace más libres y conscientes para observar cuales son las fuerzas de opresión, los pros y contras y después decidir y actuar en base a ellos.

Muchas de las opciones que tomamos hoy día están motivadas por el sistema ideológico y cultural en el que vivimos. Esto nos puede llevar a pensar que no somos libres y que la libertad no existe. Sin embargo, esto no es cierto, puesto que históricamente hemos asistido a revoluciones de pensamiento que han permitido cambios sociales de gran calado. Pienso que debemos que reivindicarnos como actores de nuestro destino, y esto solo se puede dar cuando reflexionamos sobre nuestra situación de opresión, no solamente en soledad, sino también en diálogos igualitarios con pretensión de validez y después actuamos. Es por ello que para mí, la virginidad es una opción de igual validez que la promiscuidad, siempre que sea tomada libremente, es decir con consciencia, voluntariamente y sin un ambiente de coacción.

Parecidas reflexiones podríamos traspasarlas al tema del hijab. En el libro El velo elegido donde se pueden leer reflexiones de feministas occidentales y musulmanas se afirman similares conclusiones: “La critica a la obligatoriedad de hijab en algunos paises no debe hacernos olvidar que muchas mujeres musulmanas deciden por sí mismas llevarlo de forma libremente escogida. La decisión de usar el hijab no implica pasividad ni opresión cuando es fruto de una reflexión madurada en vez de una imposición(…)llevar el velo se convierte en una reivindicación no tan sólo de sus derechos como mujeres musulmanas, sino también de sus derechos como mujeres”. “Por eso, el tema del hijab se convierte en una cuestión de todas, porque su prohibición, como la obligatoriedad de llevarlo, atenta contra la decisión y libertad de las mujeres.”pag 21-22.

El problema surge cuando pensamos que la virginidad es una opresión machista, pero no detectamos las fuerzas machistas que operan en la promiscuidad. Cuando pensamos que una chica o chico promiscuo es más libre persé que alguien recatado podemos enviar a los jovenes a situaciones de abuso o de contacto sexual no deseado. Este es el problema, es que este afán liberador puede crear situaciones de abuso.

Voy a dar varios ejemplos de los problemas que este afán liberador (o deshinibidor de verguenzas sexuales) pueden contraer en la vida real de nuestras jóvenes:

¿Es sexualmente libre esa adolescente que en una fiesta es calificada por un chico de “estrecha” o “mojigata” por no querer sexo?. No es libertad, eso es coacción. Después de haber sido calificada así, es posible que para evitar ser calificada de nuevo, acceda a tener sexo.

¿Es sexualmente libre aquella chica que por bailar junto a un chico y rechazar su propuesta de sexo es calificada de “provocadora” o “calientapollas”?. No puesto que la están forzando para que una vez que ha comenzado un flirteo está tenga que llegar al final aunque ella no lo desee.

¿Es sexualmente libre aquella niña que tiene que participar en actividades escolares donde los chicos pueden llegar a besarlas o tocar partes sexuales de su cuerpo?. No porque esto es planificar escenarios educativos con el fin de deshinibir al alumnado en los que no se contempla la posibilidad de decir NO. Puesto que suele ser una norma tácita la de participar en todas las actividades propuestas por el profesorado.

Estas son estas actividades que creo que pueden atentar contra la LIBERTAD SEXUAL de nuestras alumnas y alumnos:

EL BANCO SUIZO. Una actividad en la que se colocan dos personas a cada extremo del banco y tienen que cruzarse sin caer. El abrazo es inducido puesto que en caso contrario la prueba no queda superada.

LA BOTELLA MAREADA: 5 personas rodean a una (a veces con los ojos cerrados) que deja su cuerpo muerto y se deja caer para que las demás la recojan y la vuelvan a poner en posición vertical.

EL TÚNEL DEL LAVADO: Una pasillo de alumnos y alumnas por el cual atraviesa una persona como si fuera un coche, los demás con sus manos limpiarán el coche (su cuerpo) como si fueran rodillos.

LA ALFOMBRA VOLADORA: Todos los alumnos y alumnas se tumban apilados unos junto a otros formando una fila. Su objetivo es transportar una persona suspendida por encima de sus cuerpos, de mano en mano y hasta el final de la fila.

 EL CONEJITO DE LA SUERTE: Cuando es organizado por un profesor para toda la clase, el conejito de la suerte puede ser una trampa. Se reciben besos a los que no te puedes negar.

 Añado, también la costumbre de inducir a hacer las paces con un besito. Algo que parece inofensivo, pero inducir a un niño que a pegado a una niña pida perdón dando un beso, puede convertirse éste en un refuerzo positivo para él y querer repetir la agresión para conseguir otro beso. También una acción contra la LIBERTAD SEXUAL de ella pues quizás ese beso, a ese chico, no era su deseo. Dar la mano para hacer las paces sería lo correcto, puesto que la mano no tiene connotaciones sexuales.

Espero que este artículo de pie a posteriores reflexiones y diálogos constructivos sobre nuestra práctica educativa entre padres, madres, maestros, maestras y otros miembros de la comunidad educativa que rodea a nuestros jóvenes.

Termino citando a Paulo Freire: “Prentender la liberación de ellos sin su reflexión en el acto de esta liberación es transformarlos en objetos que se deben salvar de un incendio. Es hacerlos caer en el engaño populista y transformarlos en masa maniobrable“. Cita de La pedagogía del oprimido que cumple ya 50 años, pero continúa siendo la lectura pedagógica más actual y revolucionaria del mundo.

Referencias:

 1) Paulo Freire. La pedagogía del oprimido. Siglo XXI. 1970.

2) Lena de Botton, Lidia Puigvert, Fatima Taleb. El velo elegido. El roure. 2004.

3) Elena Duque. Aprendiendo para el amor o para la violencia. Elena Duque. El roure. 2006.

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