Cosas veredes en Durango
Rafael Hidalgo
Cuando uno, a sus años y viviendo en Durango, pensaba que estaba curado de espanto, pues hete aquí que no, que no es así. Verán, coincidirán conmigo en que es lógico exigir a los dirigentes políticos honradez y la prudencia derivada de un grado de inteligencia normalito y no más, porque pedir experiencia de gestión y serios conocimientos de la misma sería demasié. No pidamos lo imposible. Dicho esto, aquí en este pueblo de Durango, no tenemos noticia de falta de honradez de nuestros mandatarios políticos, por lo que debemos congratularnos y felicitarlos, pero en lo que se refiere al ejercicio de la prudencia en el desarrollo de sus funciones, sobre todo en los últimos tiempos, la cosa está dejando mucho que desear. Las últimas manifestaciones del equipo de gobierno de nuestro Ayuntamiento son para enmarcar. Veamos sino. La alcaldesa sale a la palestra para ofrecer a la Diputación terrenos municipales con pinos afectados por el famoso hongo que amenaza con su existencia, para experimentar erradicarlo con la fumigación de los mismos con -supongo- Cu SO4H2, sulfato de cobre, aduciendo que no hay informes que indiquen que sea malo para la salud y que por otra parte que si la Diputación lo está haciendo (a la chita callando, apunto) no será malo. Permítame Sra. Alcaldesa un par de consideraciones al respecto: Una, que tampoco se encontrará informe alguno que diga a partir de cuantas patadas en las pelotas puede ser peligroso para el que las sufre y la segunda, de origen chino, que dice «300.000 millones de moscas no pueden equivocarse. Coma mierda». Y ese desafortunado ofrecimiento se produce cuando aún resuena el eco del último «affaire» de la Papelera de Iurreta del que no sabemos en qué ha acabado el expediente sancionador ni qué componentes tenía el aire nauseabundo con el que nos obsequiaron. Todo ello forma un conjunto en el que la citada prudencia brilla…, por su ausencia. Para acabar, decir que si raramente se siguen los consejos solicitados, nunca se siguen los que uno recibe sin pedirlos, pero por si acaso suena la flauta hago uno al equipo de gobierno, «adopten un perfil bajo, confúndanse con el paisaje, no tomen decisiones importantes hasta el fin de su mandato. Tengamos la fiesta en paz». Amén
No hago comentario alguno sobre las obras realizadas desde el mes de junio por ETS en los terrenos de la estación de FFCC, sin -aparentemente- licencia de obra, por no abusar.