‘Camiselle’ será hoy como una serie de Netflix, pero en Zornotza Aretoa
Juanjo Otero
A Ángel le conozco desde hace muchos años, con él tengo recuerdos maravillosos escribiendo los textos de Expasiones, o de interminables reuniones en el local de La Chusma Teatro en la segunda planta de Kukutza. Creo que hemos creado una complicidad conjunta que nos da un entendimiento instantáneo.
Poder trabajar con el autor presente durante los ensayos es un lujo, no hay duda, pero considero que Ángel Mirou es de ese tipo de autor contemporáneo que llega a los ensayos dispuesto a hacer crecer su texto con las aportaciones de la actriz y el actor, consciente en todo momento de sumar, es muy inteligente.
A Bea Insa la conocí al poco de volver a Bilbao, hace ya tres años. Es una creadora muy prolifera y muy tenaz. No dudé en aceptar trabajar a sus órdenes después de haber visto varias piezas suyas y sentirme muy atraído por su forma de contar y de decir. Ella ha conseguido crear una auténtica pesadilla escénica con tintes de novela policíaca donde solo hay villanos y villanas en horas bajas.
Loli Astoreka es una fenómena. Es paisana y vecina a la vez. Paisana porque vivimos en Bilbo, y vecina por ser de Bernagoitia y yo de Iurreta. Reconozco su trabajo y trayectoria desde hace mucho tiempo, aunque esta ha sido la primera vez que he trabajado junto a ella. Entra tan adentro de cada una de sus personajes que es capaz de ofrecer sin fines de registros diferentes, y todos desde la sinceridad, es muy maestra. Creo que en escena nos sentimos bastante protegidos el uno por el otro.
Camiselle es una pieza muy fácil de ver,
podría ser un capitulo autónomo en una miniserie de Netflix,
y que luego cuando te preguntan por una serie la recomendaras diciendo:
la historia es alucinante,
la actriz y el actor están brutales,
es como #unapelidemafiososguay
#policiacamoderna
#grancasting