El Brexit ya es una realidad
Iban González
· Periodista iurretarra residente en Birmingham, Reino Unido
El Brexit ya es una realidad. Reino Unido ya no pertenece a la Unión Europea por decisión popular. Ante todo, respeto esta decisión. Todavía queda un año para la separación final. Un año duro lleno de negociaciones que decidirán el futuro de muchos ciudadanos.
Me gusta la idea de que un pueblo decida, sigo pensando que es la máxima expresión democrática y como deberían actuar todos los pueblos, países y regiones. Los referéndums van más allá de opiniones políticas ya que, en más de una ocasión, difieren de las ideas políticas que uno pueda tener. De hecho, el voto laborista pro-brexit ha inclinado la balanza. El hecho de que haya habido referéndum ha sido genial, pero las campañas, tanto a favor como en contra, han sido lamentables.
El pueblo ha votado, pero los políticos le han engañado. Primero, la famosa NHS, la seguridad social, ya que aquí se prometió que una salida de la UE supondría unos golosos ingresos para las arcas del Sistema sanitario estatal, lo cual, animó a muchos indecisos a votar a favor del Brexit: ¡Mentira! Nigel Farage, un tipo que el otro día en el parlamento europeo se burlaba del resto de parlamentarios haciendo elocuentes gestos de despedida con la mano, y que, además, inventó un partido sólo para esta causa, salió un día después del referéndum a negar lo que había promovido en campaña, 350 millones de libras para la seguridad social. Ah, es más, poco a poco, la sanidad se está privatizando y no es una locura decir que los británicos puedan acabar como EEUU, pagando una millonada por romperte un brazo, o por recibir un tratamiento de quimioterapia… Desde luego, yo no lo veré porque, el día que pase, cojo un avión con billete de ida y no de vuelta.
Una de las conclusiones en las que casi todos los expertos están de acuerdo, es que la mayoría ha votado salir de Europa para librarse de la inmigración. Después de hablar con muchos brexiters, parece que los alemanes, los franceses, los suecos e, incluso los españoles, son como inmigrantes de primera y hay otros, que son de segunda. También decir que hay muchos británicos que piensan que este voto les va a librar de inmigración no europea, que viene a “quitarles el trabajo” y (sobre todo) los beneficios sociales. No sé si este pensamiento es una maniobra política o pura ignorancia, hay días que pienso lo uno y otros lo otro.
Por desgracia, cada vez se oyen más episodios de racismo en este país y ya el día 1 después del Brexit, cuando un grupo de europeos íbamos a tomar una cerveza a un pub, un borracho nos “invitó” a salir burlándose de nosotros y señalándonos la puerta mientras decía “Brexit”. El borracho, me da igual, es un borracho y un gilipollas (con perdón), pero la indiferencia de todo el pub que no hizo nada por detenerle es lo que más me dolió. Sí, vino una persona a pedirnos disculpas, pero en ningún momento le paró los pies.
En mi situación personal, para no tener problemas, he tenido que pasar un trámite bastante simple (aunque conozco casos que se han complicado más), con el que me han dado la residencia permanente: Todo el que lleve cinco años o más aquí tiene ese derecho y de forma gratuita. El que lleve menos consigue la provisional y cuando cumple cinco se convierte en permanente.
Tercero, la sociedad tradicional. El Reino Unido ya no es el Reino Unido de Ricardo Corazón de León, de las cruzadas, de Churchill ni de Thatcher… El Reino Unido es un país multicultural, muy rico (en el colegio de mi hijo hay más de 60 nacionalidades). Aquí vas al ayuntamiento y te atiende un señor africano o una señora libanesa o vas al paro y te ayuda a encontrar trabajo un amigo indio, te atiende en el médico una doctora griega o donde una persona como yo puede progresar en una Universidad. Pero hay gente, la gente que mueve los hilos, que cree que esto se ha ido de las manos y no lo puede soportar, creyendo que la única opción es volver a los valores tradicionales británicos, algo, creo, imposible.
A esto le sumo una curiosidad: En el Reino Unido hay unos 300.000 españoles mientras que en España hay unos 400.000 británicos residiendo (la mayoría en sus costas). Estos británicos votaron en su mayoría una salida de la Unión Europea… ¿Tiene sentido?
Cuarto, Escocia. Si hay un país perjudicado es el país de William Wallace. En su referéndum de desanexión hace años no contaban con un Brexit, y van a intentar salir del Reino Unido porque ellos quieren pertenecer a UE. Ellos tienen el gas y muchos recursos. Creo que no se ha caído en la cuenta de qué podría pasar si se convirtieran en un país independiente: Claro, el Reino Unido sigue siendo dominado por los ingleses, de hecho, muchos lo siguen llamando Inglaterra. A ver qué pasa. Espero que gente como mi hijo, británico e inglés, cambien ese pensamiento en un futuro.
Quinto, Boris Johnson: Entre este personaje, Theresa May y Jeremy Corbyn han conseguido que los británicos se aburran del Brexit, hasta tal punto de que el partido conservador gobernado por una persona de dudoso ejemplo y conocimiento consiga una mayoría absoluta y plenos poderes para negociar una salida que puede perjudicar mucho a todo el mundo.
Menos mal que Harry, Meghan y su “Megxit” han desviado mucho la atención: Han faltado a la corona y eso, aquí, está por encima de casi todo. Apenas ha habido noticias sobre el Brexit en las últimas semanas, mientras que todos los titulares eran para esta pareja que quieren dejar de ser royals para ser solamente millonarios.
También me quedo con lo bueno de los ingleses (si, en este caso ingleses) que me rodean o trabajan conmigo, que se han preocupado mucho por mí y mi familia, que se han sentido dolidos tanto o más que yo por lo sucedido y que siempre me han estrechado su mano para apoyarme en mis rabietas post Brexit.