Bombardeados en Elorrio, Durango…, pero no eliminados
Iñigo Agirre Kerexeta
En la pared principal del cementerio de Elorrio se puede leer: ‘Nigan sinistuta visi dana. Es da iños ilgo ¡Se sori ona! Labur larri eta contauac dira gure lurreco egunak’ (sic).
Son lápidas grabadas para ser leídas en voz alta, pronunciadas, y no para ser escritas. Fuisteis también víctimas del odio y furor incivil de hace ya muchos años.
Sobrevivisteis a los ataques de la artillería, que disparaba de lejos; a los de la aviación, que lo hacían desde arriba. Y os enfrentaron a un pelotón de fusilamiento. No erais objetivo militar strictu sensu; ni civil, por pertenecer al “contubernio masónico-rojo-separatista”.
Erais el testimonio de un pueblo diferente, que había que eliminar.
Fuisteis condenadas a muerte: ejecutadas ante los fusiles, acribilladas a balazos, no por lo que decíais, sino por cómo lo decíais.
Y ahí seguís: testigos mudos de un ayer que creían haber eliminado para siempre. Las piedras, como los pueblos, permanecen y se renuevan.
* Iñigo Agirre (Elorrio) es catedrático de Geografía, escritor y fue parlamentario del PNV