El futuro del Athletic
Rafa Hidalgo
Me asaltan pocas dudas acerca de si los Kepa, Herrera, Martinez, Laporte, Llorente.. por no citar más que las últimas salidas que se han producido en el Club, se han ido para ganar títulos, como viene siendo la coletilla que emplean, o simplemente para ganar más dinero que el que les pudo ofrecer el Athletic, que por su falta de masa crítica no puede hacer frente a esos dispendios locura. Ese modo de hacer, esa especie de desatada furia, tiene su origen en los tiempos en que se autorizó, por presiones del Barcelona y el Madrid, a fichar a dos jugadores extranjeros por Club. Se sumó a esa norma la de la posibilidad de fichar a «oriundos» pasando después a una libre situación de fichajes derivada de la ley Bosman, nombre del futbolista belga que logró que la libre circulación en la CE de personas, capitales y mercancías se extendiera al mundo del fútbol. Ya recientemente el papel de las TV y por otro la aparición de iluminados, megalómanos y riquísimos jeques y rusos, han producido el desmadre económico que ha cambiado las reglas de ese juego. Con ese panorama la posibilidad de que el Athletic vuelva a ser un Club puntero, no tiene la más mínima posibilidad. Haremos jugadores en la cantera, los que despunten se los llevaran a golpe de talonario, (Guerreros no quedan ya), ficharemos a vascos y asimilados mediocres ya en declive, o casi, como refuerzos en horas bajas por que no habrá más donde elegir y como consecuencia pagaremos más de lo que valen, estaremos casi siempre entre los diez primeros equipos de la tabla, aspirando como mucho a jugar la Euro Ligue y lo pasaremos mal en años de transición. Pensar en otra clase de situación me parece ilusorio, no obstante lo cual prefiero que el Athletic siga manteniendo sus principios, por tradición, que no por afinidades ideológicas nacionalistas, no confundir y por no coadyuvar además a esa actual locura económica. Seremos en definitiva un equipo del montón… pero único caso en el mundo profesional del fútbol por su idiosincrasia, circunstancia que bien merece la pena.