Agur y que nos vaya bonito
María Oñate
Solo un año, podían haber sido cuatro. Pero ha sido un año. Me hubiera gustado poder continuar y disfrutar de ello, pero no vine para levantar la mano en los plenos, quería trabajar de verdad en la consecución de ese plan que teníamos en mente.
Ellos seguirán, trabajando duro, a mí me es imposible continuar, tengo razones personales para decidirlo así. Para mí ha sido un triunfo haber formado parte del cambio. He sido concejala de nuestro pueblo. ¡Menudo orgullo poder trabajar para mejorarlo! He sido parte de un equipo que ha aprendido a sumar las diferencias para ser plural, diverso, más rico, un equipo que ha disfrutado el camino, que vive con intensidad el día a día. Que lo hace bien y lo hace mal, pero hace, lo intenta. Que los muros no le dan miedo, una y otra vez contra el mismo muro, sí, pero a cabezazos se tiran grandes piedras. Espero que mi paso no haya sido en vano. Confío tanto en que los niños, niñas y adolescentes irán teniendo lo que merecen, que los edificios se irán cuidando, que iremos teniendo un pueblo mejor cuidado.
Me voy sabiendo que se está cimentando nuestro futuro, que tenemos el Ayuntamiento atendido por grandes profesionales que demuestran su trabajo con gran implicación y por un equipo de gobierno que, con los pies en el suelo, trabaja por alcanzar los sueños de muchos.
Un año me ha bastado para saber que la política puede ser apasionante, pero también dar asco. Que no todo vale para mostrar el trabajo de uno, que el ataque y la mentira son gratuitos y que a veces es mejor callar, porque cae por su propio peso. Me ha bastado para ver que la comunicación no es objetiva, que hay quien pone el foco en la otra cara de la moneda, distorsionando la realidad hasta convertirla en una caricatura.
Este año ha estado lleno de reuniones, de malabarismos para llegar a todo, de frustraciones por no poder dar más en todas partes. Un año en el que, gracias a las áreas en las que he estado trabajando, he podido conocer mejor a los diferentes colectivos y personas que trabajan por la igualdad en Durango, ESKERRIK ASKO. Todas y cada una de esas personas se merecen mi respeto y cariño.
Lo mismo me ha ocurrido con la comunidad educativa, donde he podido ver la implicación de los colegios y familias, ESKERRIK ASKO. Un año donde me he reído con las 3 marías de Astarloa Kulturgintza, que la pasión por su trabajo se contagia. Donde en Bartolome Ertzilla he disfrutado viendo el trabajo que hay detrás de las melodías, donde la cantidad de temas que lleva HERRIGINTZA, me han hecho ser más consciente que nunca que ni dinero ni tierras que el mundo gira por las personas. Un año en el que he visto de cerca el trabajo de la EPA y en el que me he tirado de los pelos por no poder hacer más por ayudarles.
Un año en el que he visto que ella, la que tiene la makila, Ima, es honesta, integra y es peleona. Con carácter sí, pero con ternura. Y él, quien le acompaña, Julián quien me invitó, se deja la piel por llegar a todo, por dar respuesta, por no dejar atrás a nadie ni a nada. Los diez que rodeaban la mesa junto a mí, con sus sonrisas, sus debates, sus cabreos por lo injusto, sus ánimos en días malos, han hecho que este año haya sido inolvidable.
Mis compañeros de Herriaren Eskubidea, tan distintos los cuatro y sin embargo complementarios. Sabiendo respetar nuestros tiempos, dándonos cariño y apoyo en los peores días. Y mis compañeros de EH Bildu, quienes el entendimiento y la complicidad surgieron de manera natural. Recuerdos de debates, opiniones, formaciones, risas, cañas y trabajo, mucho trabajo.
Y ahora ya, como vecina de Durango, me voy contenta de saber quiénes están al mando, porque aunque a algunas personas de nuestro pueblo no les guste, es lo que se decidió, una mayoría de izquierdas, que ha llevado a este pueblo a un camino de cambio. Donde se ha tenido que empezar por condicionar el camino para que podamos caminar todas por él.
Y por él caminaré orgullosa. Me iré FELIZ por quien me sustituye, porque creo que es la mejor opción, porque alguien de buen corazón siempre es una buena elección y porque además es una persona sensata, culta, divertida y trabajadora. Con el foco en la cultura, el euskera, la sociedad, el feminismo y la diversidad. Eskerrik asko, Mikel por atreverte a dar el paso y permitir que me vaya sin culpas y tranquila.