Agur, Mohammed Azdour, beslama

IBAN GORRITI

El viento invernal de M’zikene nos trae noticias tristes. Nuestro amigo Mohammed Azdour ha fallecido esta tarde de sábado en el Alto Atlas.

Fue un buen hombre. Era de allí donde hay un río, de donde emana la hospitalidad, esa de la que en Euskal Herria no hacemos gala. Recuerdo que la primera vez que arribamos a aquel enclave montañoso con la furgoneta, él durmió en una tienda de campaña velando por nuestras escasas pertenencias.

Los primeros viajes que hicimos al Parque Nacional del Toubkal cohabitamos con él y su risueña mujer e hijos. De hecho, desde hace más de 20 años son nuestra familia amazigh.

Hoy esa azada echa en falta a Mohammed, a quién subía en vertical la escarpada geografía que nos conducía a su (nuestra) casa, al tiempo que nosotros tomábamos aire accediendo por las austeras callejuelas de la pedanía.

Hoy (y siempre) evocamos su figura y enviamos condolencias sentidas a su mujer, hijos y resto de encantadora familia. Me gustaría estar con vosotros ahí en este momento de doloroso vacío, ausencia.

No cabe despedida sincera sin agradecimiento: Bârak Allâhu fik (بارك الله فيك), amigo! Choukram, Moha! Beslama. Dejas huella en nosotros, en los de esta casa (también la tuya).

Mohammed Azdour en su hogar de M’Zikene. IBAN GORRITI