DURANGALDEA ELIKADURA ABIAN! · El consumo de proximidad tiene sabrosas ventajas
Javier Ferdo
· Licenciado en Periodismo y Técnico en Cocina y Gastronomía (Abadiño, 1988) con amplia experiencia en la restauración aprendida en ciudades de Italia y en la actualidad jefe de la partida de pastelería del restaurante Aboiz, de Garai
En estos tiempos tan negativos que estamos atravesando, hay dos sectores que están siendo claramente perjudicados como son la hostelería y el comercio local. Dos gremios que son esenciales en nuestra sociedad, que son los que indican la actividad de nuestros pueblos, en definitiva, los que dan vida a nuestras calles.
Esta crisis sanitaria en la que estamos inmersos está haciendo estragos en nuestro comercio local. Pero no nos engañemos, esos cierres de los pequeños comercios no vienen de ahora, el covid ha sido quizás la gota que haya colmado el vaso, pero esto ya venía de lejos. Nos encontramos en una sociedad acomodada en la que preferimos hacer la compra en un único sitio como son las grandes superficies. A lo mejor estas calles desérticas de hoy en día, nos pueden hacer ver que nuestros pueblos se convierten en parajes tristes y fantasmagóricos sin los negocios locales.
Esperemos que esta situación se convierta en un punto de inflexión y nos haga ver que el comercio local y de proximidad es mejor para todos. Afortunadamente cada vez está en boca de más gente un “movimiento” denominado kilómetro 0. Sin embargo, esto no es nada nuevo, esto ya lo hacían nuestros antepasados. Aquellos años en los que las familias se alimentaban de los productos de cercanía porque, ¿qué sentido tiene comprar unas naranjas que vienen de Sudáfrica? ¿O unos garbanzos que proceden de México? Pensándolo bien esto es lo extraño, comprar un producto que para llegar a la venta al público ha tenido que transportarse miles de kilómetros, mientras que el mismo producto que se elabora cerca de tu residencia queda sin venderse.
¿Pero puede ser que ese producto que viene de la otra punta del planeta sea de mejor calidad, no? Por norma general no es así. Para que un alimento llegue en condiciones para el consumo humano desde el otro lado del charco, no ha podido ser recogido en su momento óptimo de maduración porque a nuestro mercado llegaría ya pasado. Por lo tanto, se recoge antes de que esté maduro y ya no será capaz de coger ese punto en el que cuando te lo metas a la boca notes ese sabor característico del producto en cuestión. Al contrario que si es un fruto de cercanía que será recogido en el momento justo para el consumo.
Así que se podría decir, que el consumo de proximidad tiene muchas ventajas. Para empezar, de esta forma somos más respetuosos con el medio ambiente, ya que la idea principal del kilómetro 0 es comprar productos provenientes de un radio de 100 kilómetros a la redonda. Nuestra alimentación sería más saludable, porque lo que consumimos está más fresco y con ello tiene más propiedades nutricionales. Otra ventaja es que de esta forma se ayuda a los pequeños productores favoreciendo la economía local. Y por supuesto, algo imprescindible, sabes lo que comes.