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14 de abril. ¡Salud y República! · Creo que lo único que ha quedado de la República fue lo que hice yo: el voto femenino

Anisia

Anisia Serendipia

Creo que lo único que ha quedado de la República fue lo que hice yo: el voto femenino

Comenzaré como el Che

Queridos viejos:

Es así como caminamos en busca de la tierra santa, hasta el día en que el sol brille más que nunca, dentro incluso de nuestras mentes y nuestros corazones, e ilumine nuestra vida entera con la intensa luz del despertar, tan cálida, serena y dorada como la que vemos en otoño a la orilla de un río. Así terminaba su “Caminar” Henry   D Thoreau. Así empezaba el suyo Clara Campoamor:

«República, república siempre, la forma de gobierno más conforme con la evolución natural de los pueblos»

_La primavera traía a la República de la mano_ A raíz de la instauración de la II República española, el 14 de abril, y de la posterior aprobación de la Constitución de 1931, se sucedieron grandes avances en la igualdad en el ámbito administrativo que nos asistía:

-Sufragio femenino: el 1 de octubre de 1931 y de cómo nuestras abuelas y bisabuelas pudieron al fin votar desde el 19 de noviembre de 1933.

-Matrimonio civil y la aprobación del divorcio en 1932: y de cómo uno de mis bisabuelos paternos se pudo divorciar y casar de nuevo.

-Descenso en un 20 % del analfabetismo de las mujeres.

-Ley del Aborto en el 37: la de la ministra anarcosindicalista Federica Montseny que fue la más avanzada de Europa, por encima de la primera en Suiza, y que hace parecer conservadoras a todas las medidas que se volverían a establecer después. Ahora.

Todo esto y mucho más fue pulverizado por la guerra y la dictadura que le siguió. Y la sociedad sufrió un auténtico retroceso respecto a la época republicana. Pronto mandaron a la cuneta a su poeta Federico «Por ser el secretario de Fernando de los Ríos, por rojo y por masón«. Entre Víznar y Alfacar, tras ser fusilado junto a otras tres personas.

Así lo contaba el Che: ¿Recuerdas, Guatemala, esos días de julio del año 36? Claro que sí. (…) Tus viejos poetas lo recuerdan, tus jóvenes vates lo adivinan: en Granada y en la noche sin aurora el plomo brotaba de las manos que llorando balas ahogaban la voz del Rey de los gitanos. Merde!

De ángeles del hogar a Flores de la República

Clara Campoamor

Desde su tribuna ejercerá una enardecida defensa del sufragio femenino en España, con la oposición de sus propios compañeros de partido y de otra diputada socialista, Victoria Kent, quien argumentaba que las mujeres, influidas por la Iglesia, votarían conservador.

Victoria Kent

Si las mujeres españolas fuesen todas obreras, si las mujeres españolas hubiesen atravesado ya un período universitario y estuvieran liberadas en su conciencia, yo me levantaría hoy frente a toda la Cámara para pedir el voto femenino.

Pero en estas horas yo me levanto para decir lo contrario y decirlo con toda la valentía de mi espíritu (…) Hoy, señores diputados, es peligroso; el voto femenino sí, pero no todavía.

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1935. Alumnas de un colegio católico de Durango.

Clara Campoamor

Señores diputados, lejos yo de censurar ni atacar las manifestaciones de mi colega, señorita Kent; (…) Yo, señores diputados, me siento ciudadana antes que mujer y considero que sería un error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros (…)

Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad de género humano en política, para que la política sea cosa de dos, porque solo hay una cosa que hace un sexo solo: alumbrar; las demás las hacemos todos en común, y no podéis venir aquí vosotros a legislar, a votar impuestos, a dictar deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de nosotras.

La sufragete Emmeline Pankhurst lo había dicho así:

Tenemos que liberar a la mitad de la raza humana, las mujeres, de forma que ellas puedan ayudar a liberar la otra mitad”.

La paradoja se dio cuando La derecha apoyó a Clara Campoamor por los motivos que esgrimía Victoria Kent, pensando que los votos de éstas les serán favorables a su formación. Y la posición de Clara Campoamor que se mantuvo fiel a sus principios y defendió el derecho de las mujeres a ser consideradas ciudadanas por encima del sentido de su voto, dio el sí al sufragio.

Así habló Lorca el poeta: ¿Y María, esa maga, no sacó ninguna maravilla de su sombrero caído?

María de Maeztu

En respuesta a la pregunta de si estaba satisfecha de la ratificación del voto a la mujer, la pedagoga contestó: «Encantada. Yo he sido siempre feminista y me avergonzaría no serlo. No tengan ustedes temor que el mundo político de España no cambiará por esta justicia que se ha hecho a la mujer. El ejemplo histórico de Inglaterra y Estados Unidos nos enseña que lo que ocurre es que simplemente se duplican los votos»

Nacida en Vitoria, su primera actuación en el campo de la docencia tuvo lugar en Bilbao en la Residencia de Señoritas que abrió su madre, Juana Whitney. María había apostado por una educación laica con unos principios pedagógicos basados en su famosa frase:

Es verdad el dicho antiguo de que la letra con sangre entra, pero no ha de ser con la del niño, sino con la del maestro

Cuando se proclamó la II República, María de Maeztu ya había alcanzado éxito en su cargo como directora de la Residencia de Señoritas de Madrid, por cuyos salones habían pasado los intelectuales más destacados de la época. También Kent y Campoamor.

De la Republica decía: “de la Republica podemos y debemos esperar mucho las mujeres españolas. No le parezca a usted excesivo mi optimismo: Yo me atrevería a decir que ha llegado nuestra hora: la hora de todos los que hemos trabajado sin descanso y sin prisa por la educación del pueblo y por la emancipación cultural de la mujer”. Alejándose en este punto de su hermano Ramiro que se había unido a la Unión Monárquica Nacional. Al inicio de la guerra civil este fue detenido por los milicianos republicanos y fusilado el 30 de julio de 1936, suceso que le distanció de sus convicciones liberales. Unos días después mataron a su amigo Federico, el 19 de agosto de 1936, su poeta de nueva York: el que un día le escribiera esta coplilla: «El sombrerito de María, dice que es moda llevarlo así, pero, en ella, diríase que se le va a caer, o que ya se le ha caído».

 Carmen Oñate

Era mi abuela materna. Nació en el 16, bajo una monarquía que poco después vivió el golpe de estado de Primo de Rivera, con consentimiento del Rey de entonces, que quiso volver, pero las elecciones municipales de abril de 1931 dieron la victoria a los partidos republicanos y tuvo que exiliarse. Mi abuela vio cómo se proclamaba la II Republica, que duró pocos años, de 1931 a 1936, periodo en el que se sucedieron los gobiernos reformistas, conservador y del Frente Popular en 1936. Para entonces, mi abuela era anarquista republicana. En las elecciones del año 33 participó en 3 mesas electorales como interventora en Logroño.

Cuando los motines anticlericales en la provincia de La Rioja y la quema de conventos en Logroño el 14 de marzo del 36, acusaron a su padre, Santiago Oñate, anarquista nacido en Vitoria, de haber participado en la quema de las iglesias, en cuyas sacristías se decía que la derecha guardaba armas que iban a utilizarse para atentar contra el gobierno del Frente Popular.  Fueron a buscarle a casa. Encontraron a mi abuela y le dieron una patada cuando se negó a abrirles la puerta. Les dijo que su padre no había sido, que estaba con ella, y que habían sido las propias beatas las incendiarias para luego culparles a ellos. Se llevaron a su padre para fusilarlo y a ella le metieron en la cárcel durante 3 meses. Luego un amigo que tenían en la secreta, decía, le salvó la vida.

Tres meses en la cárcel y una patada que le dolió toda la vida. Lo decía a menudo: hoy me duele la patada del 36, hoy me duele la patada de los nacionales. Más buena y dulce no se podía ser. No volvió la República para ella.

Debajo de las sumas, un río de sangre tierna 

Queridos viejos:

Hoy, en mitad de la vida, me he parado a meditar_ Siendo yo una pequeña de 6 años, era una convencida de que en Londres los hombres se casaban con hombres. Esas primas de mi padre, ricachonas indianas de las que venían a Europa para 6 meses, partieron desde mi casa a Londres. De allí me trajeron el single  de Mary Hopkin, un muñeco melenudo con guitarra, y alguna historia que les oí contar tras la que quedé convencida de que allí, en Londres, los hombres se podían casar con hombres y yo, prendada con la legendaria «Those were the days« me empeñé en que así era.

Cuando yo tenía 12 años fui a conocer a mi abuelo, apátrida en Francia. Me hicieron un pasaporte de España y, confiada a una chica de 18 años, me montaron en Hendaia en un tren que me llevó hasta los Alpes. En aquel viaje interminable, compartiendo compartimento con emigrantes que volvían a Suiza, se grabó en mi mente esta frase E Pericoloso Spongersi. Años después, renové mi pasaporte para ir a América y en este habían añadido la leyenda Unión Europea.

Tantísimos años después, la primera boda entre hombres en Londres se celebró un sábado, el 29 de marzo de 2014. Pero antes ya lo había visto en el territorio administrativo que nos asiste, el 3 de julio de 2005.

A mí, que también he visto cosas que nunca creí vería, como el matrimonio entre personas del mismo sexo y lo de aquel 20 de octubre, ojalá la Salud me permita vivir una nueva República, más fraternal y sin techos ni laberintos de cristal para nosotras. Y, quién sabe si cuando un verano decida emprender viaje hacía Japón para ascender el Monte Fuji, y vaya a renovar mi pasaporte, no me entreguen uno con una nueva leyenda, la del anhelado cosmopolita, como lo fuera Ernesto, o la de esta porción de la humanidad que veo más de cerca y en que me tocó nacer, la tierra que cada día piso. Lo dijo Clara Campoamor,Confiad en Dios, Ella nos ayudará”.

Sea cual sea el escenario: gracias a la vida que me ha dado tanto.

Y a otro le parecerá otra cosa

* AnisiaSerendipia (Elorrio, 1962) es licenciada en Filología Hispánica, documentalista y atesora estudios de Comisariado y Coordinación de Exposiciones. Es autora del blog del que toma su nombre: 

http://serendip-anisia.blogspot.com.es/

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