1º de Mayo
Rafael Hidalgo
El 1 de mayo de 1886 se inició en Chicago una huelga para reivindicar la jornada laboral de 8 horas, a resultas de la cual varios sindicalistas anarquistas fueron ejecutados. A partir de entonces ese día se convirtió en buena parte del mundo, salvo en EE.UU., quizá por vergüenza y en Canadá, tal vez por ósmosis, en una jornada en defensa de los trabajadores.
Hoy sigue siendo fiesta aunque el origen de la misma se haya olvidado, pero la verdadera esencia de su creación, me temo muy mucho que se haya perdido, quien sabe se de manera irreversible porque hoy los sentimientos que la originaron que no eran otros que los de la justicia social y de la solidaridad de la clase trabajadora, se han difuminado de manera tal que hoy casi se podrían tildar de inexistentes.
Como comentario marginal acerca de las situaciones ridículas a las que llegó el impresentable (y aun añorado lamentablemente por muchos, el golpista Franco) resulta que el 1º de Mayo siguió siendo fiesta durante su mandato pero bajo otro nombre, el de San José, el carpintero esposo de la Virgen.
Por cierto, para mitigar los ardores organizativos de los sindicalistas, la policía franquista los ponía a buen resguardo en el mako a muchos de ellos el 30 de abril, soltándolos el 2 de mayo a primera hora de la mañana.