Aitite

Paule Sánchez Arieta-Araunabeña

· La nieta mayor de Goyo, Nina, Eneko y Begoña

Aitite,

he visto que pronto presentan en Plateruena el documental Trenak ekarritakoak – Traídos por el tren que hace referencia al proceso migratorio acontecido entre las décadas de los 50 y 70 del siglo pasado y he pensado (sin ver aún el trabajo realizado) que bien podríais haber sido vosotros y vosotras los protagonistas del mismo.

Yo no soy documentalista, las líneas que siguen a éstas no tienen rigor histórico; son batiburrillo de emociones, historias, recuerdos,… almacenados durante casi cuatro décadas que he podido compartirte con la familia.

No tengo datos exactos, ni fechas concretas, son sólo líneas escritas desde mis entrañas a las pocas horas de saber que ya habías partido y aquí van:

Tus casi 95 años han dado para mucho, vivencias que se podrían recoger en un libro.

El primogénito en una familia de la Sierra de Francia, huérfana de madre, hecho que indiscutiblemente te marcó el carácter.
Dejaste Garcibuey (Salamanca) para dar una vida mejor a los tuyos y enseñaste a éstos a querer Durango como nadie. Tus descendientes damos fe de ello.

Trabajaste de sol a sol, como si no hubiese un mañana (por si no lo hubiera) y has sido ejemplo de que las cosas cuestan lo suyo y mucho, cual hormiguita constante.

Hacías los mejores churros del mundo mundial, y ni el más profesional del sector se esmeraba tanto en agradar a su público.

Dueño y señor de la chimenea del pueblo, dominabas como nadie el arte de la parrilla, de la navaja, inventor de cachivaches,…. (y sé que me estoy dejando en el tintero muchísimas más cualidades).

Estos últimos años has vivido la vida a través de todos nosotros y nosotras, no ha sido fácil pero te aseguro que ha sido gratificante. Lo noto en los ojos de aita e izeko.

Has dejado un muy buen legado, y espero sigas orgulloso de nosotros y nosotras como nos lo has hecho saber siempre.

Por último decirte, por si no lo he sabido transmitir, que yo sí estoy orgullosísima de ser la nieta mayor del Goyo, de ese hombre que se curró el futuro en un «presente incierto».

Has sido el último de mis 4 fantásticos en partir. Con el corazón en la mano considero que cada uno y cada una merecéis mucho más que una sencilla carta, pero en mi defensa (o amenaza) diré que es un comienzo.

Como tantas otras personas, cogiste el tren para labrarte un futuro y yo no he querido perder el mío para dedicarte unas palabras.

Mosu bat amamari: «Ay, hija, si tu supieras cuánto te quiero!».