Al otro lado del estrecho
#FOTOGRAFÍA
Uno se cuela para ver un cochambroso hotel recomendado por amistades. La habitación es penosa. Una cama y una mesilla atornillada a la pared que se cae de rota y de roñada. Al otro lado de las sucias ventanas, las vistas perfectas, la amistad que llega al horizonte y vuelve. Regresar. Siempre se agradece regresar a aquel enclave al otro lado del estrecho.
A otras cuatro paredes.