Para los grandes retos hacen falta enormes corazones
«Con las manos encallecidas, tiritas en el corazón y un bozal en la boca para no ladrar iniciamos un camino que finalizó el domingo 20 de mayo. No hemos conseguido el ascenso. Un puñado mísero de puntos nos alejaban, después de 35 partidos y sólo tres derrotas, de nuestro sitio».