El hostelero de la esquina es un ladrón
«Para ellos lo principal es la satisfacción de sus clientes, se desviven por ellos. Además, se implican en su entorno apoyando al equipo de rugby local o comprando un kilómetro de la Korrika. En fiestas puedes verlos participando en esas típicas actividades que nadie quiere perderse. Su familia es conocida por todo quisque o simplemente son populares por cualquier chorrada; o, todo lo contrario. Son hosteleros, son autónomos y, escuchándoles, pareciera que estamos ante el proletariado del siglo XXI».