El día después (de la consulta)

Sabina Méndez García

· Portavoz de Podemos – Ahal Dugu Durangaldea

Llegó el momento de hacer balance sobre la consulta ciudadana de Durango, y uno de los reproches que se lanza a la ciudadanía es que “no era el momento”. Estoy de acuerdo, hizo mal tiempo este 14 de marzo de 2021, quizás hace quince días hubiese sido mejor, o quizás dentro de un mes porque ya estaríamos metidos en la primavera (es ironía), pero  la consulta fue aprobada por todos los partidos políticos… y digo todos, todos, todos.

Hemos tenido el valor sin que nos sangren los ojos de leer en un mismo artículo que es necesario consultar a la ciudadanía, darle voz, que la gente importa, etc., etc., y de la misma manera, leer que era una perdida de tiempo esta histórica Consulta del día 14, así… sin cambiárseles la cara. Utilizando palabras que han visto pervertido su contenido porque las han vaciado de él.

Han dicho que la ciudadanía es soberana para decidir, pero eso sí, cuando ellos quieran, han dicho que las urnas es la expresión máxima de la democracia, pero… cuando ellos lo decidan.

Las palabras tienen significado cuando se las dota de contenido, y ciertamente en esta ocasión no solo las han vaciado, sino que las han menospreciado y rebajado al decir que 7076 personas han perdido el tiempo al ejercer su derecho al voto.

¿Se han escuchado ustedes, señores y señoras, cuando solo animan a votar a la ciudadanía cada cuatro años?

¿Se han planteado que su opinión, a parte de ser corrosiva, es interesada porque solo mira por los intereses de una minoría que nada tiene que ver con la gente normal y corriente del pueblo de Durango?

¿De verdad es decente decirle a la ciudadanía que “ya han tenido su minuto de gloria”? ¿Se lo van a decir a la cara a esos ciudadanos y ciudadanas?… En papel ya lo han hecho, ¿lo harán frente a frente?

¿De verdad animar a la abstención es parte de un proceso participativo?

Hay muchas personas que pensamos que la democracia es algo más que buscar el voto cada cuatro años, que sabemos que en Durango se ha abierto una vía para la participación, aportación, y consenso, y que esta forma de hacer política ha venido para quedarse. Un lujo ver este resultado.