Contemplando el horizonte ensimismado
Mariano Martín
Contemplando el horizonte ensimismado
y dejando vagar mis sentimientos,
como rayos de luz enamorados
del más hermoso y digno de los cuerpos,
hoy me encuentro por un Hado afortunado
al ser el trotamundo de los cuentos.
Mientras fijo mi presencia en un plasmado
cuadro de preciosos elementos,
estoy siendo por un velo encandilado
de acordes y delicados movimientos,
con versos que conversan extasiados
acuñados por extraños encantamientos.
Dejo que mis sueños programados
abran como flor sus filamentos,
entregándose a ese Mundo proyectado
entre el grito de la vida y el silencio,
a la vez que me repito anonadado
soy pasto de mi Ser y su contento.
Allá donde conviven enlazados
los todos y uno a uno fundamentos,
que controlan lo que somos y donde estamos
en este ignoto y Sacro Santo de Universo,
la unidad y lo diverso entrelazados
entre ateos nos señalan y conversos.
La libertad a la que estoy lo se esclavizado
bailando al son que toquen los conciertos,
me da a su tiempo con cierto grado
de agrado y terrible descontento,
el merecido valor según amparo
a cada uno de los mutuos pensamientos.
Quiero mirarme en ese sueño reflejado
y ver la imagen real que represento,
siendo el Ser que soy tras lo gestado
en el anverso y lo reverso que aparento…
luego, ya despierto y en el Cuento
satisfecho dormiré con lo pactado.