‘Mis pueblos’, por Mariano Martín
A mis dos queridos:
Durango y Ciudad Rodrigo.
Nada es sin sentido
todo es Ley de Fe,
de entender lo sucedido
aún difícil comprender.
El tiempo ha transcendido
lo ocurrido hará prender,
aquello que dormido
despertando hará crecer,
lo que late en el olvido
recordando su nacer.
Hoy, que el Mundo tan herido
y ha sufrido tal desdén,
desorientado y abatido
dudando está donde extender,
el fiel descanso sobre un nido
que paz le de, salud y bien,
dos pueblos marco con signo
de arte, cultura y placer,
distintos, amenos, unidos
por un mismo Amor y querer.
Durango es quien vibra conmigo
me da de lo suyo a coger,
y escojo, disfruto y convivo
lo que vivo en la Vida con él.
El otro es mi Ciudad Rodrigo
donde nací y me crié,
él es mi amigo y testigo
y donde primero soñé.
Ahora, que estamos perdidos
y sin saber lo que hacer,
declaro paséis bienvenidos
a quien quiera un lugar conocer,
tal que aquel Paraíso encendido
de luz, hermosura y saber.
Durango, ya siento contigo
tu enclave, tu firma y valer,
un libro que en versos escribo
con sangre, poemas y piel,
al igual Ciudad Rodrigo
que contigo y tu acaecer.
Lugares preciosos, os digo
los hay, lo se, por doquier,
pero dos son amores queridos
amigos, que son de mi ser.
Si buscar y encontrar construido
un mejor reseñar de aprender,
el diseño ya existe instruido
para enseñarte a creer.
Ésta es mi casa, cariño
abierta la puerta, la ves,
pasa adelante, tú mismo
podrás elegir tu papel,
y tratado serás con el mimo
que requiere tu cama y mantel.
A Durango, si vienes, amigo
con ganas de ver lo que es,
y a la vez, Ciudad Rodrigo
has, tras de ido, volver.
En Bilbao lo es Durango
y en Salamanca Ciudad Rodrigo,
dos ciudades de blanco
cuyos colores surtidos,
de gracia, pureza, y de encanto
proclaman dos firmes vestigios,
de gloria y ángeles santos
que cantan a coro fundidos.
Ven, visitante de cultivo
peregrino caminante,
que si buscas un destino
y encontrar lo impresionante,
lo excitante has de vivirlo
con estilo y acercarte,
a Durango y Ciudad Rodrigo
y convertirlo en estandarte.
Dos Nombres, dos Cielos, dos Tierras
SoliLuna
y multitud de Estrellas…
Ciudad Rodrigo y Durango a una
de las más relucientes y bellas.