Entre capullos en flor
Mariano Martín Martín
Entre capullos en flor
y lozana gallardía
con hermosa melodía
y profundo resplandor,
es de un jardín su esplendor
el mas bello Amor que vivía.
Entre conciertos al Sol
y una Luna que lucía
su mejor color que hacía
a un bardo soñador,
el rimar de un gran señor
con su encanto seducía.
Puede haber mayor canción
y un concierto de alegría
que ilumine mas un día
con su tono embriagador,
que un acto cautivador
de un gran don que relucía.
Trina trina dulce Amor
que goza con tu valía
de belleza y simpatía
y su verbo atronador,
ese amante que es el Sol
que con la Luna se alía.
Me lo dicta el corazón
con los fulgores del día
que con placer e hidalguía
cuando canta un ruiseñor,
forma un arco de emoción
cual jardín con bizarría.
Quien bien sabe de Amor
porque de Amor se surtía
el excelso don que atraía
ese guapo ruiseñor,
al compás el corazón
con el mismo sonido latía.
Y no pude sino con valor
y la admiración que veía
muestra de que existía
un poderoso cantor,
que aun en la Tierra dolor
el Cielo a su vez sonreía.
Canta canta ruiseñor
canta con armonía
que despuntando está el día
al ritmo de tu canción,
Arte de Amor que a tenor
sobre el jardín se vertía.
Si en el Mundo tal gesto de Amor
radiante de luz se vestía
a pesar de que a veces moría
perdiendo su vivo color,
cuando canta un ruiseñor
todo jardín renacía.
Tal acto Prueba de Vida
Milagro sin duda de Amor
a la mesa del Hombre servida,
es solo cosa de Dios.