Memoria y akelarre
Iñaki Astoreka
El día 17 de octubre de 2019 la Plataforma Vasca contra las víctimas del franquismo presentó en el Parlamento Vasco una propuesta sobre la Memoria Vasca.
Esta proposición fue rechazada por los votos del PNV, PSOE y PP, de estos últimos su postura no me plantea ningún trauma ya conozco el percal. Al respecto, el PNV y por extensión el Gobierno Vasco, ya tiene su instrumento monopolizador de la Memoria a través del Instituto para la Memoria Gogora.
Este aspecto me sorprendió la postura del PSOE, que con sus votos frenó la propuesta ILP, iniciativa legislativa popular de la Plataforma. Una ley completa, no un borrador de un anteproyecto.
Me parece correcto que el PSOE, quiera honrar a los muertos, milicianos y gudaris en el monumento Aterpe 1936,desde Euskadi en recuerdo de los combatientes por la democracia y la libertad. que se inauguró en 2006.
Que el nacionalismo del PNV lo denomine monumento al gudari, es un intento de apropiarse para sí del mismo. Conviene aclarar que, en la placa anexa figuran PNV, PSOE, CNT, ANV, PC, IR, STV, UGT, la Marina Auxiliar de Guerra de Euskadi, y los batallones asturianos y santanderinos que combatieron todos al fascismo.
Por otra parte y no menos importante, es la escenificación del desenterramiento del dictador. Es incomprensible la publicidad con la que se ha rodeado este acto. Sus deudos y otras organizaciones se han encargado de poner todas las trabas para sacar al dictador de Cuelgamuros, en el acto se pretender utilizar la bandera franquista por parte de un miembro de la familia en un acto claro de provocación y luego en el nuevo lugar mas cantos fascistas y mas trapos con el aguilucho.
Se han dado alas a los franquistas y fascistas de antiguo y nuevo cuño. Se ha permitido la exaltación de algo que ya está regulado en la Ley de Memoria Histórica y ha posibilitado que en los mas media se siga haciendo apología del franquismo, propaganda gratuita para quienes no merecen ningún respeto. Respeto que negaron a quienes defendieron el orden establecido.
Este viaje ha puesto al descubierto la enorme de una transición modélica, deberíamos denominarla, como transacción, que lo que hizo no cambiar nada, los descendientes y la estructuras franquistas nos gobiernan.
En definitiva un akelarre informativo del cual es responsable el presidente del Gobierno, que no dudo, podría haber dado las órdenes para que todo se hiciese de una forma más discreta y que no sirviese para dar pábulo a la derecha recalcitrante, todos los retrógrados que ya conocemos.