En relación a los terrenos de las Cofradías de Iurreta

Eukeni Bastida
Hace dos domingos se celebró Laixiar Eguna. Allí, los Gizon Onak nos informaron de que en una zona de 110 hectáreas se están tirando los pinares que han enfermado. También supimos, que la decisión de seguir monocultivando con especies exóticas los mismos terrenos ya está tomada. Al hilo de esto, se me ocurren algunas preguntas.

Antes de nada, hay que reconocer el esfuerzo y dedicación que, de forma desinteresada, realizan los Gizon Onak, dedicando su tiempo a ello. Aun así, creo que una decisión de estas dimensiones deberíamos tomarla entre todos.

También hay que mencionar que nos encontramos ante una situación crítica. Y que hace muy poco el Gobierno Vasco ha decretado la Emergencia Climática. También que si nuestros terrenos están en esta situación es por esa misma situación climática y por los sucesivos monocultivos.

Creo que todos nos hemos dejado llevar por las inercias de siempre.

Aun así, aquí mis preguntas:

-¿Aparte del económico, se ha tenido en cuenta algún otro criterio?

-Si hablásemos sólo de dinero ¿No es una inversión de alto riesgo el gastar un dineral en plantar y mantener otro monocultivo? No debemos olvidar el alto nivel de empobrecimiento de esa tierra debido a varias generaciones de monocultivo, y más cuando esta última generación de pino ha enfermado y ha empezado a secarse en esta misma tierra.

-Se necesita maquinaria pesada para sacar toda esa madera del monte. Se rompe el suelo para hacer las pistas necesarias para este fin. Todos los metros cúbicos de tierra que la lluvia arrastra hasta los ríos es irrecuperable.

Si tuviésemos que valorar económicamente esa tierra perdida, la pérdida también sería enorme. ¿Se ha tenido en cuenta? En la imagen de Google Earth, se puede apreciar los destrozos realizados en el terreno para la extracción de la madera del monocultivo en el entorno de Laixiar.

-¿Por qué se ha tomado la decisión del nuevo monocultivo en las últimas semanas antes de Laixiar Eguna?¿No ha habido ocasión para consultar con las personas de Iurreta qué es lo que se puede hacer en una situación crítica como esta? ¿Por qué las prisas en un momento de inflexión como éste?

-¿Por qué no parar el proyecto del monocultivo y hacer una valoración con las propuestas de las personas?

Entre otras opciones, creo que hay dos que destacan a la hora de direccionar el futuro: seguir con el monocultivo de especies exóticas o recuperar el bosque autóctono. Según los expertos, un bosque se define como tal una vez sus árboles y vegetación alcanzan la medida de 100 hectáreas y los 100 años. Un ecosistema así, influye realmente en el ciclo hídrico, contiene unos ciertos niveles de biodiversidad y regula la temperatura del entorno. Un bosque es un almacén de CO2 y eso es lo que más necesitamos ahora mismo. Es cierto, eso no podemos medirlo ahora con dinero, pero un bosque así sería mucho menos costoso que monocultivar y mantener ese monocultivo.

En un mundo movido por el dinero, nadie nos animará a generar un bosque autóctono. Sin embargo, para seguir con un monte monocultivado tendremos numerosos amigos: las diferentes administraciones, productores de papel, vendedores de plantas, desbrozadores…

Mi propuesta es, de esas 110 recuperar 55 hectáreas de bosque autóctono. 77 veces San Mamés.

¿Se argumenta que las plantas para el monocultivo están ya pedidas? Pues se para el pedido. Para crear un bosque autóctono no hace falta comprar plantas. Si el pedido no se pudiese parar, se pide al proveedor que cambie las plantas exóticas del monocultivo por especies autóctonas.

Ante una situación así tendremos que definirnos, ser Los bosques de las Cofradías de Iurreta o los monocultivos de las Cofradías de Iurreta. Soy partidario de lo primero. Seguramente, poner en cuestión las dinámicas e inercias de una entidad no es el mejor modo de hacer amigos.
Seguramente, cambiar ciertos aspectos de las dinámicas y las inercias nos pueden llevar a situaciones mejores.

Esto no se podría hacer sin empezar a caminar.