El jardinero
MARIANO MARTÍN MARTÍN
En el jardín donde las flores
me han nombrado jardinero,
formo un ramo de colores
con pasión de placentero.
Cada una con su nombre
cada flor tiene su credo,
ese velo en que se esconde
el Amor con sumo esmero.
Presa fui con gusto enorme
de servir como escudero,
a ese amante de uniforme
y lo fui porque lo quiero.
Acepté ser todo un Hombre
para decirte te quiero,
amada Mujer y responde
el Jardín del Jardinero.
—
No camines delante de mí
podría no seguirte,
ni camines detrás
podría no guiarte.
Caminemos juntos
para alcanzar el don excelso de la iluminación.
Con mi más sincero reconocimiento
por permitir unir mi nombre,
junto al que a cada cual le corresponde
por derecho de nacimiento.