Las cenizas del gudari Moreno descansan ya allí donde él siempre deseó
Las cenizas de José Moreno ya descansan donde él siempre deseó. Días atrás, la familia del gudari del Batallón San Andrés las aventó junto a la escultura que familiarmente se conoce como La Huella de Artxanda y, a continuación, en la ría a su paso por la vivienda Erandio en la que vivió. «Hemos cumplido en familia lo que él siempre dijo que hiciéramos, su deseo», detalla Manuela Moreno, hija del fallecido el 26 de agosto, lunes.
En Artxanda, cada año José Moreno Torres participaba en un homenaje que rendía homenaje a todos los batallones del Ejército de Euzkadi presidido por el lehendakari Aguirre. El pasado junio también estuvo presente a sus cien años de edad para recordad a todas la víctimas republicanas de la Guerra Civil y franquismo.
Moreno -colaborador activo de este periódico- fue uno de los gudaris que más denunció y hasta el último día el franquismo y otros totalitarismos como el fascismo italiano -que también conoció siendo un niño- y el nazismo. Fue dantzari, sindicalista de ELA-STV (Askatuta), afiliado a EAJ-PNV, así como bedel durante 30 años de la sede de Elai-Alai Kultur Elkartea de Portugalete, municipio en el que residía este nacido en Zorrotzaurre (Deusto) en 1918.