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La Oficina de Turismo de Durango te interpreta la Cruz de Kurutziaga, declarada bien de interés cultural

Oficina de Turismo de Durango

 

La Cruz de Kurutziaga se encuentra situada en Kurutzesantu Museoa, sede de la Oficina de Turismo: Kurutziaga, 38. Durango – Bizkaia. Esta Cruz de estilo gótico, es sin duda, una de las más hermosas e interesantes que se conocen, tanto por la calidad artística de su talla como por su significado. La mayoría de los investigadores coinciden en que debe de ser de principios del siglo XVI.

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Realizada en piedra arenisca, mide 4 metros y medio de altura, aunque la base es un añadido del siglo XIX. ¡Vamos a interpretarla! Empecemos por la parte inferior, por el fuste. La serpiente tentadora con cabeza de mujer se va enroscando y aparecen tres escenas en las que se relata el inicio del Génesis.

En la primera, Eva, desnuda e impúdica en el paraíso, está rodeada por las ramas del árbol de la vida y lleva en su mano el fruto prohibido que le ha ofrecido la serpiente. Aún no conoce la vergüenza.

En el lado opuesto observamos la segunda escena en la que Adán y Eva ya han tomado el fruto prohibido y tapan su desnudez con hojas de higuera y con sus manos. En la tercera escena, la expulsión de Eva del Paraíso por el Arcángel San Miguel.

Al subir la mirada, llegamos al tambor donde están representados los 12 apóstoles, la luz de la verdadera fe. Cada uno de ellos representado por su atributo. Los apóstoles representan, a través del evangelio que portan en la mano, el mensaje de la Iglesia, la Verdad, el camino hacia la salvación.

El momento culmen que da sentido a esta cruz es, sin duda, su parte superior: en el anverso del crucero el Cristo Redentor y en el reverso, la Virgen María Corredentora.

La Cruz nos muestra a Cristo crucificado, acompañado por su madre y San Juan, el apóstol. En un gesto de dolor cargado de expresividad, giran la cabeza para no mirar a Cristo muerto. Cuatro ángeles recogen la sangre de Cristo.

 En la base, vemos una calavera, hace referencia a la muerte del primer hombre, Adán. Es la conexión entre el antiguo y el nuevo testamento.

Sobre el calvario, el Sol y la Luna, coronados por ángeles con cruz patada, como reyes del universo, lo que hace pensar que el sol simboliza a Jesucristo y la luna a la Virgen.

Virgen redentora de pecados

Si miramos al otro lado, vemos a la Virgen María sentada con el niño Jesús, intercesora ante Dios, redentora de los pecados.

A su lado hay dos figuras femeninas, Santa Bárbara, portando la torre en la que fue encerrada, y Santa Catalina, con una rueda dentada.

A sus pies, hay dos figuras: San Atanasio y Santa Paula, ambos con nimbo. El lirio o flor de lis es el remate de la cruz que, colocado sobre la Virgen, simboliza la Trinidad.

Como hemos podido observar, la Cruz nos cuenta una historia que empieza por el fuste, que representa el pecado y el castigo, sube por el capitel, que representa el Evangelio, hasta llegar al crucero, que representa el Perdón y la Salvación.

Es por tanto un mensaje de redención y de esperanza.

El arcaísmo artístico con el que se han tratado algunas de las figuras o ciertos detalles se ha interpretado, durante décadas, como símbolo de antigüedad.

Sin embargo, el autor de esta cruz conocía los modelos iconográficos que triunfaban en los Países Bajos y Alemania a finales del siglo XV, principios del XVI.

Prestemos ahora atención al edificio. A lo largo de sus cinco siglos de vida, la que fuera ermita de la Vera Cruz, ha ido cambiando su forma, tamaño y usos.

Se inició como una hermosa obra civil en el siglo XV, ampliada un siglo más tarde. A principios del XVII se construye aquí la capilla de la Soledad, y se ennoblece el edificio con una cúpula.

Fue sede de la cofradía de la Vera Cruz, lugar de elecciones municipales, espacio para asociaciones y ahora es el Museo Kurutzesantu y Oficina de Turismo.

Marcar el límite de la villa

La Cofradía de la Vera Cruz, prestaba asistencia en el tránsito a la muerte y organizaba distintos actos procesionales; la devoción y el culto a la Cruz fue siempre importante, al ser el símbolo fundamental de los católicos. Otra de las funciones que se le atribuye a la Cruz de Kurutziaga, tal y como recoge un documento de 1489, es la de ser una Cruz Jurisdiccional que serviría para marcar el límite de la Villa de Durango.

Pero sin duda la incógnita más relevante ha sido siempre la posible vinculación de la Cruz con uno de los episodios más importantes y traumáticos ocurridos en la villa durante la Edad Media y que se conoce con el nombre de “Los Herejes de Durango”.

La cabeza más visible del movimiento fue Fray Alfonso de Mella, perteneciente a la orden franciscana y natural de Zamora. Llegó a la Merindad de Durango hacia 1437.

Situado entre varias rutas comerciales, Durango destacaba por su actividad comercial, y su industria de pañeros y tejeros, y, posteriormente, de ferrones y curtidores, lo que la convertiría en 1514, tras Bilbao, en la villa más poblada del senorío.

Las luchas banderizas se recrudecían y azotaban con violencia la merindad.

En muy poco tiempo, el movimiento liderado por Mella obtuvo un importante número de seguidores y se extendió a otras zonas.

No sería descabellado pensar, que el empleo del euskera, alejado de las élites eclesiásticas, menoscababa el control que ejercía la iglesia en el territorio de Bizkaia, que era de por sí escaso, y que, sin embargo, el uso de este ancestral idioma, en las predicaciones de Mella, pudo facilitar la transmisión de sus ideas.

Sobre este movimiento hemos heredado muchos tópicos relatando, por ejemplo, que proclamaban una comunidad de bienes y cuerpos. Pero, las ideas de Alfonso de Mella no tenían que ver en absoluto con esto, y sí con una crítica a la jerarquía eclesiástica, la defensa de su ideal de pobreza, el anuncio de la llegada de la Edad del Espíritu Santo y el establecimiento de un estado más perfecto, en el que surgiría una nueva Iglesia. Mella se presenta, pues, como un reformador, una especie de profeta iluminado que anuncia una nueva era.

Represión del movimiento

Tanto la Corona como la Iglesia, pusieron en marcha sus mecanismos para acallar a los disidentes, reprimiendo con dureza el movimiento.

Así, en los durangueses de la época debieron impactar enormemente los efectos de esta represión al ver morir en la hoguera a muchos de sus convecinos o familiares.

Esto explicaría la ayuda y protección prestada por parte de la población a algunos disidentes en su ocultación y huída.

Las acusaciones llegan incluso a los albores de la siguiente centuria, lo cual da una idea de la importancia que tuvo el movimiento en la merindad de Durango.

Los líderes del movimiento huyeron en 1441 a las tierras musulmanas del Reino nazarí de Granada.

Estamos, por tanto, ante una cruz de gran belleza pero con una historia convulsa. Esta declarada «Bien de interés cultural».

Te invitamos ahora a recorrer el Museo por sus dos plantas y poder así conocer más detalles sobre esta misteriosa cruz.

Ayúdanos a crecer en cultura difundiendo esta idea.

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