EPI Y JAVI: «Estos 5.266 kilómetros pedaleados juntos han sido un homenaje a todas las familias donantes»

Hoy 53 días y 5.266 kilómetros de la salida en Trondheim (Noruega) hemos llegado a Santiago de Compostela. Salimos pedaleando el 26 de abril. Qué lejos quedan los nervios del primer día y todas esas preguntas que hoy, ya tienen respuesta.

¿Seremos capaces? ¿Nos arreglaremos bien con la bici? ¿Llevamos 30 años juntos, pero tan intensos? Y en situaciones límite ¿Seremos capaces de recular, aceptar, perdonar, dejar fluir, dar, recibir…..? Pues para todas estas preguntas la respuesta es sí.

¡Hemos disfrutado mucho! También ha habido momentos duros y difíciles, pero siempre nos repetíamos: «Estamos aquí porque queremos, no hemos venido obligados».

Hoy nos es imposible elegir el mejor y el peor momento de esta aventura, quizás dentro de unos días seamos capaces o quizás no…..

La etapa de hoy ha sido la última de esta aventura. Si ayer fue duro hoy ha sido eterno. Parecía que Santiago se nos resistía. Los peregrinos con los que nos cruzábamos llevaban en su cara una sonrisa de «ya estamos aquí».

A 35 kilómetros salían a nuestro encuentro Antonio Ontoso Picón (Aranda de Duero), que por segunda vez se unía a nosotros y ahora para pedalear hasta Santiago. Antonio está trasplantado de corazón. Esta vez venía con él Borja Revilla trasplantado de riñón, de El Boalo (Madrid).

Y por último a 20 kilómetros de Santiago nos esperaba mi padre Carlos, para compartir estos últimos kilómetros con nosotros.Los cinco hemos entrado en la plaza del Obradoiro, perdón, cinco en físico + tres donantes + nuestro ángel del Camino Ara Peregrina pendiente de nosotros todo el día durante 53 días.

Gracias a nuestra hija Paule por ser una mujer fuerte e independiente y saber estar sin nosotros durante tantos días. Gracias nuestr@s padres y madres, herman@s, sobrin@s, amig@s, prim@s, cuñad@s y gracias a todos los que sin conocernos nos habéis apoyado y habéis transmitido nuestro mensaje de solidaridad, LA DONACIÓN. Gracias por estar noche tras noche leyendo nuestras andanzas.

Emocionante, sí, pero la entrada ha sido mucho más tranquila de lo que pensaba.

Este es nuestro pequeño homenaje a todas esas familias donantes.

Buenas noches, buen camino y buena vida. Un abrazo a todas y todos.