El conductor del autobús entre Jukkasjärvi y Kiruna (y vuelta)
Vicente Carrasco ‘Bixen’
El conductor del autobús entre Kiruna y Jukkasjärvi recorre varias veces al día la distancia entre la única ciudad del país de los Sami y el Hotel de Hielo, que cuesta millones construir entero con bloques de hielo. De ahí el nombre para que turistas ricos de medio mundo vayan allí a que los sangren.
Los que se visten de astronauta y caminan 300 metros aprenden también que los Sami tienen ocho estaciones y no cuatro.
Y que la mejor es el invierno-primavera.
Muchos vienen de donde el inglés es un accesorio útil. Un capricho.
Muchos vienen de donde el inglés es un exotismo.
Como la auroras boreales y los renos sueltos por todas partes.
Por eso vienen.
Por eso montan en el autobús que va de Kiruna a Jukkasjärvi.
Pero al conductor del autobús entre Kiruna y Jukkasjärvi todo esto le da igual.
El conductor del autobús entre Kiruna y Jukkasjärvi regaña a los viajeros de piel oscura porque no entienden nada. Regaña a los viajeros de piel pálida porque no entienden nada. Y busca miradas cómplices entre la gente que a él le parece que son como él.
Regaña a los jóvenes por ser jóvenes.
Porque no le dan importancia a lo que él quiere que le den.
Jóvenes que estudian en el Instituto Sueco de Física Espacial. Jóvenes de medio mundo, reclutados uno a uno para que trabajen en alguno de los problemas más complejos que tenemos.
Bien pueden caminar abstraídos,
rumiando números en quién sabe qué idiomas.
Acaso contando en tayiko, o en urdu, o en yoruba.
Pero al conductor del autobús entre Kiruna y Jukkasjärvi todo esto le da igual.
El conductor del autobús entre Kiruna y Jukkasjärvi cree que los jóvenes de ahora están atontados. Que siempre van escuchando música y no se enteran de lo que pasa a su alrededor. Y se lo cuenta a gente mucho mayor que él, que le dicen que sí a todo sin creerse ni una palabra.
Entre Kiruna y Jukkasjärvi hay un pueblo muy pequeño, escondido en un bosque espeso, donde casi siempre hay más de un metro de nieve a la puerta de casa. “En este pueblo hay más perros que gente”.
Dice el conductor del autobús entre Kiruna y Jukkasjärvi y lo dice como si eso fuera algo malo.
El conductor del autobús entre Kiruna y Jukkasjärvi trata cada día con gente de medio mundo sin que se le pegue nada de nadie, ni bueno ni malo. Y busca miradas cómplices.
Como si eso fuera fácil.
Siendo el conductor del bus entre Kiruna y Jukkasjärvi.