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El promedio de satisfacción de los baserritarras con respecto a las ferias agrícolas se sitúa en un 7 sobre 10 puntos

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| «El 85% del territorio de Bizkaia puede considerarse rural», a juicio de un estudio de BBK y Kalidadea presentado ayer 

Casi un millar de ferias agrícolas en Bizkaia impulsadas por BBK durante el periodo 2008-2013, en concreto, 972, de tamaño pequeño y de realización anual. Tomando esta cifra como punto de partida, la entidad bancaria, junto a Kalidadea, ha analizado en un estudio el impacto de las ferias agrícolas que ha apoyado durante este periodo en el territorio de Bizkaia, y en las que ha invertido más de 8 millones de euros.

El objetivo del estudio, conocer ese impacto y disponer de elementos suficientes para diseñar nuevos escenarios hacia los que orientar su actividad, establecer recomendaciones y sugerencias de mejora. La evaluación se presentó ayer en la jornada ‘El sector agrario en Bizkaia: canales cortos, ¿una alternativa?’, en Bilbao. «Y es que el sector primario es desde hace 40 años una de las intervenciones troncales de BBK, que nace del compromiso con un modelo de explotación sostenible de los recursos naturales», valoran.

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Gorka Martínez, Director General de BBK y Monika Mena (Kalidadea).

El sector agrario en Bizkaia

El estudio parte de un análisis del sector agrario en Bizkaia, compuesto por 5.426 explotaciones agrícolas, y un total de 816 explotaciones agrícolas profesionales –que facturan más del 50% del total de sus ingresos a través de la actividad agraria- en el territorio.

El 85% del territorio de Bizkaia puede considerarse rural. Así, los baserritarras de Bizkaia tienen acceso a un mercado de proximidad de más de 1 millón de personas como consumidoras potenciales. Además, se pone de manifiesto que la proporción de alimentos que genera Bizkaia con respecto al total consumido por su población es muy baja, con lo que existe un gran mercado al que suministrar productos. El medio rural de Bizkaia presenta otra particularidad, se imbrica con el medio urbano, de manera que la distancia desde cualquier punto del territorio a municipios de tamaño medio o alto es reducida. El que las distancias sean reducidas permite un mejor desarrollo de los canales cortos. El tipo de baserritarras que acuden a las ferias son en su mayoría profesionales con explotaciones de tamaño pequeño y que necesitan de los canales cortos para poder subsistir y continuar con su actividad. La consolidación de estos canales cortos es fundamental para el desarrollo del sector.

El informe recoge así mismo que la actividad agrícola es el principal elemento vertebrador del medio rural, cuyas funciones sociales, ambientales y culturales son  de gran relevancia.

El estudio repasa el impacto de las ferias agrícolas impulsadas por BBK desde tres perspectivas diferentes: su impacto en el desarrollo local, en los baserritarras y en la ciudadanía de Bizkaia.

Impacto en el desarrollo local

Las ferias, a través del apoyo a los baserritarras locales no sólo fomentan economías particulares sino también impulsan el desarrollo económico y empresarial del sector primario en Bizkaia. Entre 2008 y 2013 se han realizado ferias en el 76% de los municipios de Bizkaia (en 86 municipios de un total de 113), y la ciudadanía reconoce a BBK como el principal agente organizador de ferias, facilitando mucho el desarrollo del circuito de las mismas.

Las ferias agrícolas influyen positivamente en el entorno rural y en el resto del territorio generando sinergias en la economía y en el bienestar de la sociedad al menos en dos dimensiones:

  1. La economía regional, a través del desarrollo y crecimiento de la propia actividad, a través de inversiones, consumo, generación de puestos de trabajo así como de la carga impositiva asociada a la actividad.
  2. La dimensión ambiental-paisajística, ya que los baserritarras llevan a cabo una labor de mantenimiento y cuidado del territorio

En las ferias se fomenta el consumo de productos de proximidad. Con el consumo de proximidad se hace referencia a la distancia entre el punto de origen y el de consumo del producto, esto está relacionado con la estacionalidad y la calidad de los productos, con la posibilidad de consumir productos de temporada con las propiedades más óptimas. Frente al consumo de productos procedentes de otras regiones o continentes esto tiene un impacto en el medio ambiente ya que se reduce el gasto energético que se produce en el transporte.

Además, las ferias acercan la realidad agrícola a los entornos urbanos y congregan a multitud de personas. Por ello son espacios en los que se puede sensibilizar y divulgar el consumo del producto local.

 

Impacto en la ciudadanía

El segundo eje de la evaluación constata que el impacto de las ferias agrícolas apoyadas por BBK en la ciudadanía se concreta en dos dimensiones: la lúdica y la comercial. Así, las personas que acuden a las ferias –el perfil es un adulto mayor de 30 años que acude con su familia-  combinan su intención de compra de productos locales (un 58%) con su plan de ocio.

La percepción que tiene la ciudadanía de las ferias y de la calidad de los productos es muy elevada, hasta un 8,5 sobre 10. Por tanto las ferias están asociadas a la venta de productos de alta calidad, donde destaca la compra de pan y pastel vasco (38%), queso (21%), verduras (16%) y foie, conservas, chacinas, etc. Las personas que asisten a las ferias agrícolas apoyadas por BBK asocian a los productos los siguientes atributos: apoyo a baserritarras, calidad, naturales y de la tierra, principalmente.

Aunque se perciben señales de que la sociedad cada vez otorga mayor importancia al producto local, de momento esto no se traduce en que los baserritarras perciban un aumento de la demanda y por tanto de las ventas.

 

Impacto en los baserritarras

Este tercer eje destaca que el perfil de los baserritarras que acuden a las ferias es de un 50% hombres y un 50% mujeres. Sin embargo, la presencia de las mujeres es mayor en la venta de hortalizas y frutas, mientras que en la de txakolí destaca la mayor presencia masculina. En cuanto a las motivaciones de acudir a una feria la principal es el beneficio que se obtiene en las mismas –inmediato y sin intermediarios-unido a las posibilidades de promoción de los productos.

Los baserritarras en las que mayor impacto ejercen las ferias son aquéllas que más del 50% de sus ingresos procede de la actividad agrícola. Un  21% logra un impacto alto y un 41% de los que asiste un impacto medio, mientras que el 36% restante obtiene un  impacto bajo o medio bajo.

Los baserritarras destacan en el estudio así mismo tanto el impacto positivo como algunos aspectos más negativos en relación a la participación en las ferias. Por un lado la falta de tiempo propio, el desgaste ante la acumulación  de trabajo, la irregularidad ante las ventas en cada feria o la falta de valoración del producto por parte de los consumidores. Todo ello se ve compensado por el contacto con personas, al concebir la feria como un  espacio de liberación  y socialización, el poder conocer las preferencias de las personas consumidoras, al contrastar opiniones sobre el producto que ofrecen y explicar a los consumidores el proceso de elaboración del mismo y el aumento de la autoestima, al entender la feria como el culmen a todo el trabajo realizado.

La rentabilidad de las ferias para el baserritarra la pregunta de fondo es si las ferias son rentables al baserritarra, y  la respuesta no es unívoca, ya que depende del producto que se oferte. Así, productos vinculados al ganado, como el queso, o las bebidas como el txakolí, son productos que pueden generar ingresos económicos.

El estudio detecta cuatro aspectos para determinar la rentabilidad de las ferias; el proceso de trabajo previo a la venta en ferias, las características particulares de cada producto comercializado en feria, la coyuntura de crisis actual que ha generado descenso en las ventas y la dualidad del visitante que considera la feria tanto un  espacio comercial como de ocio.

Los baserritarras completan los ingresos en las ferias con otros canales de ventas, como la venta directa en su caserío, el pequeño comercio o la venta a amigos y vecinos principalmente.

La importancia de las ferias para ellos reside en que se trata de un canal asentado, de acceso claro y directo. En general, la satisfacción de los baserritarras con respecto a las ferias es de un 7 sobre 10 puntos.

Recomendaciones

El estudio finaliza con una seria de recomendaciones tanto para la organización de las ferias, como para la BBK y los baserritarras:

En primer lugar, la organización de las ferias, destaca, aconseja una mayor comunicación entre los baserritarras sobre el funcionamiento de las ferias,.

Respecto a los baserritarras, se recomienda que busquen nuevos puntos de venta en los que comercializar de forma estable y utilizar las ferias como espacios de difusión. La tendencia debe dirigirse hacia la menor dependencia económica de las ferias. De la misma forma, se recomienda la creación de un organismo de baserritarras que pueda encargarse de trasladar a los agente clave implicados en el circuito de ferias sus necesidades y los problemas que detectan.

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