‘¿Deposite aquí su memoria?’, por el historiador del arte, Jabi Soto Madrazo

Jabi Soto Madrazo

·  Jabi Soto Madrazo (Gasteiz, 1976) es historiador del Arte (Jabi Soto Conservación de Fotografías: www.jabisoto.com)

Es difícil que la imagen contenida en una fotografía valga más que mil palabras, a pesar de lo manido de la expresión. Las fotografías almacenan memoria, pero para que también almacenen recuerdo es necesario algo más. Son muchos los álbumes familiares, por poner un ejemplo, repletos de personas desconocidas.

Para los contemporáneos de esas personas recordar es (era) fácil. Saben quién fue, su nombre, sus gustos… normalmente aquellas características que no suelen estar presentes en una fotografía. Sin embargo, el transcurso de los años borra esos recuerdos, y en dos o tres generaciones, es posible que los propios descendientes de esas personas no recuerden ni el nombre de las mismas.

Habría bastado un escueto apunte del estilo la tía Remedios en su casa de Artecalle, 1949, Durango. Pero llevándonos por el poder fascinador de la imagen fotográfica, olvidamos hacer ese tipo de anotaciones, y pasados los años, se convierten en personas anónimas. Entonces esas fotografías pierden su capacidad para el recuerdo, y pueden acabar siendo desechadas.

Al parecer – y nótese la posición de prudencia cuando adopto esta expresión – la Diputación Foral de Bizkaia ha considerado que, si por un casual, esas fotografías se van a tirar a la basura, el depositante lo haga en el contenedor indicado para restos. Quizá ha tenido en cuenta que una fotografía es la suma de la imagen y el soporte que la sustenta.

Foto tomada en Basauri.

Muchas, por poner otro pequeño ejemplo, están realizadas sobre papel, por lo que podrían recogerse en el contenedor azul, pero claro, también llevan gelatina como aglutinante, lo que las convierte en candidatas al contenedor de orgánicos. Ahora bien, la imagen final suele ser plata, con lo que quizá necesiten un tratamiento especial para reciclar metales. He aquí la complejidad material de las fotografías.

Una pregunta: ¿Se tiran tantas fotografías a la basura como para indicar en las pegatinas de los contenedores dónde deben ser ubicadas?

Una propuesta: qué bonito sería que, independientemente de que se tiren muchas o pocas fotografías a la basura, existiera la posibilidad de depositarlas en algún lugar más adecuado en alguna oficina de acceso público, donde rellenando un simple papel pudieran donarse para que después, especialistas en la materia consideraran su potencial (o no) valor como documento patrimonial.