IÑIGO GOROSTOLA: «Gracias a que el huracán Irma dio un giro inesperado nos salvamos de su impacto más fuerte»
El puntista durangués Iñigo Gorostola ‘Arrieta’ ha vivido el huracán Irma en Miami, a donde no se lo pensó y voló de urgencia, según narra a MUGALARI.INFO desde Estados Unidos. «Fue mucho caos la verdad. Estaba en Euskadi y tuve que venir de urgencia ya que sabía que se cerraría el aeropuerto por unos días», comienza a narrar.
Llegó justo a tiempo para poner los protectores a su casa: los de las ventanas, puertas… para poder, además, hacer unas compras de víveres y otros artículos para el hogar: bombonas de gas, velas, linternas…. La tranquilidad llegó cuando el viernes por la tarde los meteorólogos dieron lo que Gorostola califica de «muy buena noticia para nuestra zona ya que supuestamente el ojo del huracán venía directamente hacia Miami-Fort Lauderdale y con categoría 5».
Pero esa misma tarde «el huracán hizo algo que nadie esperaba» y siguió rumbo directo oeste hacia Cuba y el ojo entró tierra adentro en el país isleño del Caribe lo que «debilitó un poco su fuerza y ya nuestra zona se veía que no recibiría un impacto directo. Fue bueno para nosotros, pero malo para los cayos y la costa Oeste de Naples, FtMyers, Marco Island… Nos salvamos de su impacto más fuerte».
De todas formas, la fuerza de Irma era «inmensa» con 600 km de diámetro. «Nos preparamos para mucho viento y agua. Y así fue. Todos los tejados han aguantado bien aqué en Dania, Hollywood, Miami… pero casi todos los árboles tirados, y muchos cables.. De hecho nos quedamos cuatro millones de personas sin luz y así seguimos dos días despues del paso del huracán», detalla Iñigo.
Al menos cuentan con un generador en marcha para mantener «la nevera y tener luz». «Pasamos mucho calor de noche pero bueno, lo importante es que estamos bien, y lamentablemente eso ha sido muy malo para otras zonas. La verdad que si hubiera seguido la trayectoria que esperaban, los daños serían incalculables ya que aquí en la costa Este vivimos 8 millones de personas y en la Oeste serán casi el doble».
Gorostola lamenta que en los cayos haya podido haber muertes. «Los cayos son islas muy pequeñas y en varios puntos el Atlántico se juntó con el golfo. Han desaparecido barrios enteros. Triste, muy triste pero bueno, es algo natural que no se puede evitar. Esperemos que arreglen la electricidad pronto y los más afectados, lamentablemente necesitan mucha ayuda. Los vientos aquí fueron durante veinticuatro horas de 80-90 kilómetros por hora con rachas de 120 a 140″.