Somos porque fuimos (3/4)
RAFAEL HIDALGO
En la primera entrega de este resumidísimo trabajo de lo que representó para la vida del territorio esta importante parte de nuestra historia, hemos referido quiénes fueron los personajes y entidades que hicieron posible este colosal episodio y antes de abordar el tema de los otros actores fundamentales del reparto -los mineros- vamos a desgranar algunos datos para tener una visión más completa del tema.
Fueron extraídos cerca de 300 millones de toneladas de óxidos de hierro, que es la forma en que el hierro se encuentra en la naturaleza, y lo fueron en cuatro tipos que vamos a citarlos por los nombres coloquiales que aquí se emplearon. Fueron -de más a menos ley- el Vena, Campanil, Rubio y Carbonatos. Así el Vena, fácil de arrancar de la tierra, fue el tipo de óxido que utilizaron nuestros antepasados y el primero que mereció la atención de los industriales mineros para una vez agotado el mismo, el Campanil y el Rubio fueron los que centraron sus preferencias, para acabar extrayendo los carbonatos – una vez agotados los tipos anteriores – que por su baja ley era preciso someterlos a un tratamiento de calcinación en hornos para mejorarla con el consiguiente encarecimiento del proceso.
Al final se quedó solo Agruminsa como mina operativa hasta que la falta de competividad hizo que cerrara sus instalaciones.
La explotación minera alcanzó su cenit exportador a finales del siglo XIX y más concretamente entre los años 1.876 y 1.916 y dentro de ese período, en el 1.899 se alcanzó el récord anual absoluto ya que fueron 6,50 millones las toneladas de mineral las que se exportaron ese año.
La evolución de las explotaciones fue irregular a lo largo de su existencia por varias razones. La I Guerra Mundial entre los años 1.914 y 1.918, nuestra guerra civil entre los 1.936 y 1.939, la II Guerra Mundial que se desarrolló durante 6 años desde 1.939 a 1.945, recién acabada la nuestra, el progresivo agotamiento de los filones de mayores leyes, la creciente utilización del sistema Martin Siemens en lugar del Bessemer, así como la competencia, dieron como resultado el declive de la actividad. A partir de la fecha de comienzo de nuestra guerra civil la producción fue disminuyendo paulatinamente, por las razones apuntadas, hasta los 1,30 millones de Tm./año, en el periodo que va del 1936 al 1.984. En los años que van desde ese último hasta el cierre de Agruminsa, en 1.993, la producción media anual fue de 0,65 millones de Tm. por año. Por otra parte, en la década de los 50, y como consecuencia de que la producción del rubio resultaba ya escasa para las necesidades internas, se realizó un estudio de las reservas existentes, estudio que dio como resultado que las mismas podían ascender a 70 millones de Tm., en su mayor parte de carbonatos. Por otra parte, en 1.957, se inició el funcionamiento del primer horno alto de Ensidesa en Avilés. El desarrollismo, bajo el paraguas del proteccionismo que se seguía desarrollando en España, hizo que la demanda interna de mineral se disparara de modo que desaparecidas las exportaciones, toda la producción tenía como destino la demanda interna. En ese contexto, en el año 1.968, AHV (en el 1.964 la poderosa U.S.Steel entró a formar parte de su accionariado con 25% de participación), fundó la compañía Agruminsa (Agrupación minera S.A), fusionando, Luchana Mining, Orconera y Franco Belga y naturalmente con participación de la propia AHV. Por aquel entonces Franco Belga explotaba la corta Concha, próxima a Gallarta y Orconera trabajaba en la mina subterránea de Bodavalle.
Con los nuevos modelos de explotación, la producción, en 1.978, recobró los niveles que tenía en el 1.930, es decir los 2 millones de Tm./año. Para acabar este capítulo decir que el conjunto de la corta y la explotación subterránea, en la que las galerías, con salas de 100 m. de altura, llegaron a tener un desarrollo de 50 km, en las que se excavaron 8 millones de metros cúbicos de material, hicieron de esa explotación, en la década de los 70, la segunda explotación más grande de Europa después de la de Kiruna. Las dimensiones de la citada corta son colosales, un agujero a la vista de, 700 m. de longitud, 350 m. de ancho y una profundidad de 150 m. Su cota más baja está 35 m. bajo el nivel del mar. (Puede verse desde próxima al Museo de la Minería del País Vaco cuya visita en Gallarta la recomiendo vivamente).
Las exportaciones de mineral supusieron el 62% de la producción (180 millones de toneladas) y fue al Reino Unido donde principalmente fueron enviadas y en menor grado a EEUU, Francia, Bélgica, Polonia, Holanda, Italia y Noruega.
(Continuará).