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AINHOA SALTERAIN: «Si la de Amorebieta es la mayor fosa común de Euskadi no puede quedar a medias de excavar»

IBAN GORRITI

MEMORIA AMOREBIETA-ETXANO

 · Ascienden a 51 los varones exhumados en la fosa más grande de Euskadi hasta la fecha, para la que se prevé una segunda actuación por parte de Euskal Prospekzio Taldea -que avisó de la existencia del posible osario común- y la Sociedad de Ciencias Aranzadi

Años 70 del siglo pasado. Una foto en blanco y negro. Los niños de la travesía de Astepe ocupaban su tiempo muerto en el cementerio de Amorebieta-Etxano. Entre ellos, Javi, quien hoy recuerda muy bien aquel momento que congeló su madre. “Juntaos más, nos decía desde la ventana de casa”, evoca este zornotzarra afincado en Durango.

Javi Martinez y otros niños y un perro juegan en el exterior del cementerio de Amorebieta en los años 70. MARÍA FLOREZ

Fue precisamente en este periódico cuando el pasado mayo, leyó que se buscaban posibles familiares enterrados en el camposanto de Leginetxe, ya que la Sociedad Aranzadi y Euskal Prospekzio Taldea iban a exhumar una zona que podía contener la mayor fosa común de Euskadi. “Leí que en el cementerio podrían haber combatientes del frente, por ejemplo, de Gipuzkoa, y el hermano de mi padre, Antonio, murió, o eso creemos, en Arrasate”, relata Javi Martínez quien va más allá en su testimonio: “Digo el hermano de mi padre porque nunca lo conocimos y eso ha hecho que no lo llamemos tío. Lo curioso de todo es que pensábamos: a ver si ha estado enterrado debajo de casa toda la vida y no lo sabíamos”.

ADN APORTADO A GOGORA

Javi entregó al Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos Gogora su ADN tras leer la noticia. “Hablé con Gogora. Me mandaron unas cartas para recabar datos del muerto, Germán Martínez, miliciano del batallón anarquista Bakunin; aunque él, como mi padre –de LKI-, eran comunistas. De hecho, creemos que pueda haber otro hermano, también comunista, que tuvo que exiliarse en Rusia. Pero mi hemos sabido mucho de esto en casa”, aporta.

A continuación, la entrega de la información genética, es decir, su ADN. “Me mandaron tres palitos, pero uno vino sin algodón y los envié a la dirección que me dieron. Ahora estoy a la espera, porque en Arrasate encontraron en una sima a combatientes y quizás pudiera ser uno de ellos”, subraya esperanzado este hijo de un denominado niño de la guerra como fue su padre Germán Martínez, natural de Sestao, quien por trabajo asentó su residencia junto a su mujer la leonesa María Flórez afincada en Balmaseda, en Amorebieta.

Ortofoto del cementerio y la parroquia zornotzarra en los años 70. ARCHIVO JAVI MARTÍNEZ

Desde la ventana, su madre tomó esa fotografía hace medio siglo. “En la imagen, nosotros estamos justo fuera del cementerio. Y donde se ve una pequeña montaña es donde el enterrador quemaba rastrojos. Pues, justo ahí, es donde están haciendo la exhumación estos días”, narra. Sus explicaciones te abren los sentidos. “Es que el cementerio era nuestro lugar de juegos. Entonces, no había más”, detalla y avanza un paso más: “Jugábamos a ver quién se atrevía a pasar por la zona verde que no se había tocado desde la Guerra Civil y donde pusieron una cruz grande. Por lo que nos habían contado y siendo niños nadie nos atrevíamos a cruzarla corriendo por si explotaba alguna bomba que allí pudiera haber quedado”, sonríe Javi quien asegura que en todo Amorebieta siempre se ha hablado que ahí estaban los muertos de la Guerra Civil, que había una fosa común. “En estos días me he encontrado con un amigo del pueblo que es de origen extremeño y me ha dicho lo mismo. Que es lo que siempre se ha dicho”.

TORRE EIFFEL DE PARÍS

En la mente de Javi estaba la posibilidad desde mayo de que “el hermano de su padre” estuvieran allí enterrado. “Mi padre, por su parte, estuvo exiliado en Francia. No sabemos dónde, sin embargo, cada vez que salía la torre Eiffel de París en el televisor, nos decía que a pocos kilómetros había sido evacuado con su familia”, apostilla.

El prestigioso médico forense, Francisco Etxeberria, confirmó este martes en el diario digital MUGA que la fosa exhumada desde el pasado domingo en Amorebieta «es la más grande de Euskadi resultante en un mismo lugar». Supera a la que la Sociedad de Ciencias Aranzadi y Euskal Prospekzio Taldea completaron en el cementerio de Begoña.

Algunos de los primeros cuerpos hallados. IBAN GORRITI

Hasta el lugar se desplazaron la alcaldesa zornotzarra, Ainhoa Salterain, quien hizo de anfitriona a la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa y a la directora del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Aintzane Ezenarro. Lurdes Errasti, de Aranzadi, fue la encargada de darles la información de lo hallado hasta el momento que eran 20 combatientes republicanos. Algunos tenían chapa de identificación. Cada uno era de un batallón diferente, aunque no han trascendido cuáles. Otros hallazgos han sido una moneda de dos pesetas de Euzkadi, de 1937, y una hebilla de cinturón y un crucifijo. En días posteriores, también fragmentos de calzado que se han conservado bajo tierra hasta el día de hoy, casi 90 años después.

SARCÓFAGOS

Son hasta el día de hoy 51 hombres en tres fosas diferentes en un mismo espacio: una es de combatientes republicanos y las otras dos, según información de última hora, parecen ser del hospital que hubo en Amorebieta ya que algunos cuerpos cuentan con miembros amputados quirúrgicamente. Hasta la fecha no ha aparecido aún ninguna mujer. Según ha podido saber MUGA, aún es difícil decir cuántas personas puede haber inhumadas por existir diferentes capas. Y hay un hándicap más: La disposición de unos sarcófagos no permite avanzar más en la exhumación de Leginetxe. Desde Aranzadi han solicitado a la alcaldesa local, Ainhoa Salterain (EAJ-PNV), continuar en una segunda vuelta colocando en otro lugar esos sepulcros. Algunas personas aseguraron que son de 2007. “No”, valora Javi. “Si te fijas en la fotografía de mi madre hay un sarcófago de esos abierto. Es decir, puede ser que ya estaban y algún año los juntaron ahí, pero no son recientes”.

La alcaldesa, Ainhoa Salterain, -de oscuro-  junto a los sarcófagos del cementerio. IBAN GORRITI

Salterain ha precisado aún más a este digital. La regidora asegura “con franqueza” desconocer si los sarcófagos son decorativos o no. “Me enteraré el lunes –por hoy- y si lo son, se darán las autorizaciones necesarias para que Aranzadi pueda seguir excavando si así lo estima. Si es el mayor osario de Euskadi no puede quedar ni a medias de excavar ni negarle el rigor científico”.

La máxima mandataria zornotzarra consensuó con la antropóloga Lourdes Herrasti seguir compartiendo informaciones tras finalizar la primera fase ayer domingo. “Quedamos en hablar y yo mantengo mi compromiso a favor de la paz, la verdad y el reconocimiento a todas las víctimas desde el respeto más absoluto. Creo en estos procesos y es la única forma de pasar página en este país: desde la divulgación científica y el respeto más absoluto a las víctimas de la Guerra Civil y la difícil posguerra”.

La cruz que se va a retirar por su mal estado. IBAN GORRITI

Salterain glosa que cada 1 de noviembre, el PNV ha colocado bien un ramo de flores o corona junto a la gran cruz que hay en este lugar en recuerdo de los gudaris. “Siempre nos ha parecido llamativo que esa zona esté vacía cuando el esto del cementerio está prácticamente colmatado. A veces, no tenemos registro documental por qué ocurren estas cosas, pero no se toca. Voy a hablar con los técnicos del ayuntamiento a todo este respecto, para a futuro seguir tratando con Arazandi el tema”.  La cruz de madera que la alcaldesa cita “está podrida”, confirman quienes están trabajando en la fosa común, y se prevé que se retire. Hasta entonces, hasta la segunda vuelta, tiempo ‘muerto’ en el cementerio de Amorebieta.

A continuación, la nota de prensa íntegra que Gogora ha publicado este lunes en su página:

 

Localizados los restos de 51 gudaris y milicianos de la Guerra Civil en el cementerio de Amorebieta-Etxano

 

El Instituto Gogora hace un llamamiento a las familias de los desaparecidos en la zona para que se pongan el contacto e iniciar así el proceso que pueda llevar a una posible identificación.

A día de hoy se han localizado los restos de 51 personas en el Cementerio de Amorebieta-Etxano y los indicios indican que se trata de los restos mortales de gudaris y milicianos trasladados del Hospital de Sangre de la localidad o directamente desde los frentes de guerra cercanos a la zona.

Las labores de exhumación dan paso al proceso de identificación, para lo que el Instituto Gogora vuelve a hacer un llamamiento a las familias de los desaparecidos en la zona para que contacten con el Instituto y se pueda iniciar el proceso que pueda llevar a una posible identificación.

Se puede hacer a través del email o teléfono  gogora@euskadi.eus | 944032845

Programa Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Guerra Civil del Gobierno Vasco

Los trabajos de exhumación se han llevado a cabo en una zona acotada del cementerio donde la documentación histórica indicaba que fueron enterradas personas fallecidas durante la guerra.

Esta intervención forma parte del programa de ‘Búsqueda de Desaparecidos de la Guerra Civil’ que el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos –Gogora mantiene con la Sociedad de Ciencias Aranzadi y, esta intervención en concreto cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Amorebieta-Etxano. Las identificaciones se realizan a través del laboratorio Biomics de la UPV-EHU.

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